Se sitúa en la margen derecha del Barranc de la Valltorta, a un centenar de metros al sur de la Cova dels Cavalls, en una pequeña y pronunciada barrancada. Se trata de un abrigo de 3,50 m orientado S-SW descubierto en 1975.

El pequeño espacio de la pared está recubierto por concreciones calcáreas, las cuales sólo nos permiten observar algunos restos de figuras indeterminadas en el área central, y una pequeña loseta en el margen derecho con la imagen deteriorada de una cierva, que ha perdido parte de la cabeza y las patas delanteras, en color rojo, con el dorso ascendente, posiblemente por hallarse en actitud de alerta, con las patas delanteras dispuestas sobre un lugar prominente. El animal está representado en actitud de parada con la mitad anterior del cuerpo situado a mayor altura, como si estuviera detenida en una ladera con pendiente. A pesar de su precario estado de conservación se pueden observar aspectos formales de interés. Mediante un trazo modelante se ha realizado las orejas y las pezuñas, con un estilo similar al de otras ciervas de la Valltorta.

En esta cueva se han realizado diversos sondeos que han permitido determinar que durante el cuarto milenio a.C. fue utilizada como lugar de enterramiento colectivo.