Se encuentra al pie del farallón de Ajanedo al Sur del Salitre. Esta cavidad, cuya sala inicial tiene dimensiones considerables, unos veinte por treinta por cuarenta metros en su vestíbulo, fue la primera que llamó la atención de la ciencia en el municipio de Miera.

En su interior existió un yacimiento de restos óseos de bóvidos, suidos, cápridos, óvidos y carnívoros; posiblemente medievales. También se conoce yacimiento paleontológico de oso de las cavernas. En años recientes fue prospectada arqueológicamente, viéndose en ella cerámica prehistórica, indicios de yacimiento y manifestaciones esquemático abstractas en sus paredes. En una galería lateral apareció un fragmento de olla con el borde vuelto y labio redondeado, con un asa de cinta vertical que arranca del cuello, de aspecto altomedieval.