La Cueva de los Pucheros se encuentra en la ladera norte, en la umbría de la Sierra de la Palera, prácticamente en el límite que separa los términos municipales de Calasparra y Cieza.
La cueva es un largo abrigo, de 19 metros de longitud, compuesto por cinco cavidades consecutivas, unidas entre sí, tres de las cuales profundizan hasta convertirse en cuevas de hasta 26 m de profundidad con una planta algo compleja en la que destaca un amplio vestíbulo central del que parten las salidas hacia el barranco. El interior presenta pasillos sucesivos de dimensiones reducidas, en ocasiones impracticables sin la ayuda de materiales de espeleología. En la separación que hay entre dos de estas cavidades encontramos la figura solitaria de una cabra de estilo levantino, en color rojo, de 16,3 cm de largo y 13,9 de alto, con el cuerpo y patas traseras rayados, mostrando así su edad adulta.
Se han encontrado algunas pinturas rupestres. Las formas halladas pueden clasificarse en manchas de color identificables, trazos negros y la cabra en perspectiva lateral.
Se trata de una cabra montesa o Capra pirenaica en posición de salto que mira hacia la derecha del espectador. Entre sus características destacan el realismo con el que se tratan las pezuñas marcadas, la perspectiva torcida que posee su cornamenta o la gradación de color con el cambio de intensidad del rojo, en el que aparecen destacadas las manchas de su pelaje, detalle que hace relacionar esta pintura con un macho de entre ocho y diez años. La gradación de color para dejar entrever el distinto tono del pelaje de un animal es una particularidad impropia del arte rupestre naturalista-levantino, que parece heredada del arte paleolítico como por ejemplo una Capra pyrenaica elaborada en color negro en el Salón Noir de la Cueva de Niaux, situada en el pirineo francés. Algunos especialistas han interpretado este distintivo como la posibilidad de que la figura pertenezca a una fase intermedia entre ambos estilos pictóricos y épocas. Lamentablemente parte de esta poderosa e inimitable pintura de la Cueva de los Pucheros fue salvajemente mutilada, provocando la pérdida de uno de los más bellos ejemplares de la Región de Murcia y el arte rupestre mundial. La pintura con la que se realizó la figura se obtuvo a partir del óxido de hierro y sobre la misma se aprecia una papilla de caliza, al igual que ocurre en otras pinturas de la Región. |