LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CUEVA DE LA PILETA

La Cueva de la Pileta (Benaoján, Málaga), es un yacimiento prehistórico con arte parietal del Paleolítico y restos neolíticos, descubierta en 1905. Reúne numerosas pinturas y grabados de estilo francocantábrico con representaciones de cérvidos, caballos, peces, cabras, toros, una foca, un bisonte, signos abstractos y figuras indeterminadas. Se trata de un importante conjunto que aporta interesantes datos sobre la expansión del arte paleolítico fuera de sus áreas clásicas de desarrollo los años son entre 7.000 y 4.500. Asimismo se han hallado también figuras negras esquemáticas del Eneolítico y restos materiales neolíticos (cerámica pintada e incisa).

Se han documentado cuatro fases de ocupación durante el periodo paleolítico superior: Solutrense medio, Gravetiense, Magdaleniense Medio y Magdaleniense Superior, con características pinturas ocres y rojas y motivos zoomorfos y fases de ocupación neolíticas con series de pinturas distribuidas por toda la cueva, generalmente de color negras y motivos geométricos.

La cronología de las pinturas abarca varios milenios, desde hace aproximadamente 20.000 años pudiéndose observar la evolución en la técnica pictórica desde las más antiguas representaciones naturalistas hasta las más tardías esquemáticas. Aún con esto suelen repetirse los motivos zoológicos representados como puede constatarse en el caso de los cápridos cuyas primeras manifestaciones se corresponden al solutrense medio y las últimas al magdaleniense superior.

Dentro de las pinturas paleolíticas representando animales destaca la denominada «yegua preñada», pintura que encuentra similitudes con otras cuevas del sur de la península como la cueva del moro situada en el término municipal de Tarifa. Destaca también la figura llamada «el pez» situado en una amplia sala que hoy toma su nombre. Pinturas de peces pueden encontrarse también en otras cuevas de la región como la cueva de Ardales, de las Motillas (Jerez de la Frontera) o de Nerja y se relaciona con el complejo solutrense, momento en el que las artes de pesca comenzaban a desarrollarse. En el interior de esta figura aparece otra que usualmente se interpreta como una foca aunque algunos estudios indican que podría tratarse de una figura femenina.

Las pinturas neolíticas repiten los motivos animales, siendo éstos representados de forma muy esquemática; otras figuras compuestas por líneas y la mayoría de las veces relacionadas con antropomorfos y zoomorfos son interpretadas como calendarios o algún tipo de notación numérica. Otros motivos son mucho menos frecuentes como la representación de manos positivas tan usuales en la cercana cueva de Ardales y que en el interior de La Pileta son meramente testimoniales.