LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CUEVA PALOMAS

El conocimiento del mundo rupestre en Lanzarote comienza a despegar a finales de la década de 1970, pues con anterioridad a esta fecha sólo se tenían noticias sobre descubrimientos fortuitos y fuera de contexto.

Del conjunto de yacimientos rupestres de Lanzarote, Cueva Palomas es, sin duda, el más complejo de la isla, dada la cantidad de paneles que alberga (101), y la variedad de la temática y de las técnicas de ejecución que se documentan. En él conviven la escritura líbico-bereber y la latino-canaria, podomorfos ejecutados mediante el picado y en ocasiones bruñidos, la representación de una sandalia, motivos geométricos rectilíneos, así como diversos barcos de factura histórica.

Alberga la agrupación más significativa de signos líbico-bereberes, ejecutados mediante la técnica de incisión gruesa. Estas inscripciones, cuando aparecen asociadas a las latino-canarias, como es el caso, pueden ser datadas en torno al cambio de Era. Esta es exactamente la época de las colonias de Augusto en Marruecos (Tingis, Lixus, Zilis, etc.: 27 – 14 a.C.) y de las del rey mauritano Juba II (25 a.C. – 23 d.C.), con sus factorías de púrpura en Mogador y probablemente también en las Islas Canarias.

El conjunto de yacimientos se extiende por la cima de la cordillera que surge en Pico Naos y bordea a la vez que constituye Los Ajaches hasta alcanzar los Morros de Hacha Chica. Comparte unidad con otros muchos yacimientos que se documentan en el tramo que comprende Pico Naos hasta Cueva Palomas, pues a pesar de que éste se emplaza en la misma formación que el yacimiento de Cejo Romero, éste último se suspende en una de las paredes basálticas mientras que Cueva Palomas permanece en la cima. Así, desde Pico Naos se encuentran cinco yacimientos rupestres que jalonan la cima, formados preferentemente por motivos geométricos rectilíneos de diferentes anchos y largos.

Sobresale el panel 5 del sector 1 por albergar la agrupación más significativa de signos líbicos – bereber; el tamaño y el gesto escriturario de las líneas líbico – canarias del sector 2 que nos recuerda a los textos de Fuerteventura de Morro Pinacho, Cuchillete de Buenavista y Jacomar; la existencia de una línea de formas líbico – canario en el interior de una silueta de pie; la superposición del piqueteado continuo de este pie sobre la línea incisa que conforman las letras líbicas – canarias; las figuras podomorfas se han fabricado pirueteando la superficie de manera continuada, evidenciándose esta imágenes en ambos sectores del yacimiento; en ocasiones el piqueteado se ha bruñido mimetizándose la acción antrópica con la superficie del panel; la existencia de una sandalia, única que conocemos en el Archipiélago; la dilatada vigencia de este yacimiento al existir diversos barcos y un camión; la existencia de estructuras arquitectónicas en el propio yacimiento y el registro de materiales arqueológicos.