El yacimiento arqueológico de la Cueva del Niño está situado en el municipio de Ayna, en Albacete. Se trata de un yacimiento único con pinturas rupestres paleolíticas en Castilla-La Mancha, y uno de los pocos del interior de la Península Ibérica. Pero más allá de sus pinturas, la Cueva del Niño ofrece también una excepcional oportunidad para conocer el poblamiento prehistórico de la provincia de Albacete y del sureste peninsular, gracias a su secuencia estratigráfica que abarca desde el Paleolítico Inferior hasta el Neolítico/Calcolítico.
La cavidad se abre en la cara noroeste del barranco del Infierno, en la cuenca media del río Mundo donde discurre encajonado en el cañón excavado en las calizas del Jurásico. Presenta en general una forma ovalada, con unos 30 m de desarrollo. El acceso a la cavidad se realiza a través de una boca de escasa altura, debido a que se encuentra parcialmente colmatada.
El yacimiento fue descubierto en 1970, desde entonces tanto las pinturas como el yacimiento arqueológico han sido objeto de diversas revisiones y análisis.
La Cueva del Niño cuenta con un total de 22 grafías, de las que 13 son representaciones figurativas; en este caso todas corresponden a zoomorfos aunque en algunos casos no ha sido posible concretar la especie representada. El resto de grafías corresponden a signos, líneas aisladas o manchas de colorante. Todas las representaciones, excepto una de las líneas, están realizadas en diferentes tonos de rojo o rojo-violáceo. Las figuras se reparten en dos sectores diferentes de la cueva: el primero de ellos se localiza en el vestíbulo, mientras que el segundo se encuentra en el interior de la cavidad, en una zona separada del vestíbulo por un caos de bloques desprendidos y una potente formación estalagmítica.
En el panel del vestíbulo hay un total de trece grafías, destacando nueve figuras zoomorfas que representan animales. Todas las figuras están realizadas en diferentes tonos de rojo, lo que indica que se utilizó ocre para su realización. El panel se organiza en torno a dos grandes ciervos y una cierva, que constituyen las figuras centrales; alrededor de estos aparecen dos pequeñas ciervas enfrentadas y un caballo. En los laterales del panel se representaron dos cabras mirando hacia el exterior. El panel se completa por una figura de bóvido que se encuentra muy deteriorada en la actualidad, y localizada en un lienzo perpendicular al resto de figuras.
El segundo panel está compuesto por muchas menos grafías, destacando una pequeña figura de caballo, una representación esquemática de cabra y una gran figura de serpiente.
En el exterior de la cueva, en el abrigo rocoso formado por la boca, existen también varias pinturas prehistóricas, concretamente varias figuras humanas interrelacionadas espacialmente y formando un ensamblaje muy particular, según revisiones recientes.
Los niveles inferiores del yacimiento, aquellos que corresponden a las fases más antiguas de ocupación humana de la cavidad, datan del Paleolítico Medio, también conocido como Musteriense. Este periodo abarca desde el Último Interglacial, hace unos 125.000 años, hasta la aparición de los humanos modernos en Europa hace unos 40.000 años. Se trata por lo tanto del periodo de la Prehistoria en la que Europa estaba poblada por los neandertales.
Las pinturas pertenecen al Paleolítico superior, periodo que en Europa va desde hace 40.000 años hasta unos 10.000 años antes del presente. Durante este periodo, encuadrado en el Pleistoceno superior, las condiciones climáticas serían más frías y secas que en la actualidad, puesto que se trata del último periodo glacial que ha experimentado nuestro planeta. Las sociedades humanas de este momento serían de cazadores y recolectores nómadas, el comúnmente llamado Hombre de Cro-Magnon.
En la cueva del Niño, se han documentado varios periodos en los que el yacimiento estuvo habitado por neandertales, aunque pueden resumirse en dos fases principales: ✱ El primer momento de uso de la cueva por parte de los neandertales podría haberse dado hace unos 100.000 años. La primera fase de ocupación bien documentada corresponde a 55.000 años antes del presente. En esta fase, los neandertales que ocupaban El Niño cazaban principalmente cabras, que pueden encontrarse en el entorno de la cueva, y caballos, además de otros ungulados como ciervos o uros. ✱ El segundo momento principal de ocupación de la cueva por los neandertales se produciría probablemente al final del Paleolítico Medio. El nivel III-IV se dató en unos 33.000 años antes del presente. La datación de este nivel es importante, ya que de ser válida esta fecha, apoyaría la idea de que poblaciones neandertales pudieron sobrevivir en el sur de la península ibérica miles de años después de su desaparición en el resto de Europa, ocurrida hace unos 40.000 años, como se ha propuesto para la Cueva de Gorham, en Gibraltar. En este segundo periodo de ocupación, las formas de vida de los neandertales parecen haber cambiado respecto a lo observado en el nivel más antiguo. La caza se centra principalmente en la cabra y en menor medida el ciervo, y ya no aparecen restos de grandes mamíferos como el caballo.
El estudio de estos dos momentos principales de ocupación sugiere que la Cueva del Niño sirvió como un campamento provisional y esporádico, que los neandertales utilizaban en sus desplazamientos nómadas por la Sierra del Segura y la cuenca del río Mundo. |