La cueva de Nerja está situada en Maro, pedanía del municipio de Nerja (Málaga) y descubierta en1959. Se encuentra a 750 metros del litoral sobre un altozano, a unos 200 metros sobre el nivel del mar y en la cara de la Sierra de Almijara. La cavidad abierta al público tiene una superficie de unos 140.000 m², siendo su longitud máxima de 700 m. Es de interés histórico y natural por los restos arqueológicos, que incluyen algunas pinturas rupestres, y por las formaciones de estalactitas y estalagmitas que tapizan techos y paredes.
En 1969 se descubrió un estrecho paso en la sala del Cataclismo. Este paso propició un magnífico hallazgo, las llamadas galerías altas y las galerías nuevas, cuyas espectaculares formaciones y restos prehistóricos, aún no pueden ser contemplados por el visitante.
En 2012 se dataron en 42.000 años de antigüedad algunos restos orgánicos asociados a unas pinturas de focas que podrían ser las más antiguas de la historia de la humanidad, además realizadas por neandertales, sin embargo un estudio de 2017 rebajó la antigüedad a un tiempo situado entre 20.000 y 18.000 años atrás, lo que las situaría dentro del Magdaleniense y elaboradas por Homo sapiens.
El acceso a la Cueva se verifica por una escalera hasta llegar a una sala, de 14 metros de ancho y 3 de altura; su suelo presenta un enorme relleno arqueológico. Esta primera sala y la siguiente están unidas por un sinuoso corredor, que desciende hasta desembocar en la segunda sala de relativa amplitud, pues tiene unos 20 metros de largo de 10 de ancho y 5 de altura. Esta altura es la Sala del Belén que se comunica por su izquierda con otro salón, el del Colmillo del Elefante. Desde aquí se desciende hasta desembocar en una balconada que denomina a su derecha, la Sala de la Cascada o del Ballet, donde tienen lugar el Festival que se celebra anualmente.
Por un ancho pasadizo franqueado por una alta columna de más de ocho metros de circunferencia, se pasa a la Sala de los Fantasmas y a la izquierda hay varios pasos bajo un conjunto de rocas que llegan hasta la Sala del Cataclismo, la mayor de la Cueva. En el centro emerge una inmensa columna de 45 metros de altura, 20 de diámetro y 64 metros de perímetro. Al fondo de esta sala, se puede ver una luz roja que es la única comunicación variable con las galerías altas o nuevas, en las que se encuentran varias salas equivalentes a siete veces el tamaño de las salas visitables. En el resto de las salas hay pinturas rupestres y son las siguientes: Sala de las Columnas de Hércules, Sala de la Montaña, Sala de la Arena, Sala de la Cabra Hispánica y Sala de la Inmensidad. En su interior se encuentran unas vitrinas donde se exponen piezas arqueológicas de gran valor. Además se han encontrado pinturas rupestres que se encuentra en el «santurario parietal solutrense» con dos tipos de iconografía, «bestiaje» (équidos, cérvidos y cápridos) y los «abstractos» (motivos curvilíneos); «capilla mono-temática magdaleniense» situada en las galerías altas y donde aparece el «Santurario de los Delfines» y arte post-paleolítico con las figuras antropomórficas de la Sala de la Torca, que aparecen en actitud de danza.
Los restos humanos que aparecen corresponden al hombre de Cromañón y también aparecen niveles de solutrense, a juzgar por los restos encontrados. |