La cueva Negra (estrecho de La Encarnación, Caravaca de la Cruz, Murcia) se abre a 780 metros sobre el nivel del mar y 40 sobre el río Quípar. Se trata de un abrigo natural bajo un acantilado al pie de la ladera septentrional de la sierra. La boca tiene una anchura de 12 metros y el abrigo se extiende por 12 metros adentro. En la misma se han hallado desde 1990 yacimientos con restos de homínidos que se remontan a una antigüedad no inferior a 780.000 años y que podría alcanzar los 990.000, en el Calabriense (Pleistoceno temprano)
Los hallazgos paleontológicos y paleolíticos pertenecen al Pleistoceno Medio antiguo hace unos 400,000 años. Hay también tres huesos y seis dientes humanos, probablemente el Homo heidelbergensis del Pleistoceno Medio que fue el antepasado directo del Hombre de Neanderthal u Homo neanderthalensis. La excavación pone de manifiesto la presencia conjunta de implementos paleolíticos tanto de tipología achelense —hacha de mano por talla bifacial de un canto de calizo— como lascas de sílex extraídas mediante la técnica levaloisense de la reducción de núcleos (hasta quedarse en núcleos discoideos) y utensilios con filos que muestran retoque abrupto musteriense.
La fauna mayor incluye elefántidos, rinocerótidos, megaceroides (cérvidos gigantes), bisonte, uro, macaco, hiena, jabalí, ciervo común, cabra hispánica, caballo silvestre, liebres, conejos y tortugas. La morfología de los dientes de roedores fósiles nos indica especies algunas de las cuales se extinguieron en el Pleistoceno Medio antiguo. Hay numerosos dientes de Mimomys savini, Allophaiomys chalinei, Arvicola cf. deucalion, Pliomys episcopalis, Microtus brecciensis brecciensis, Terricola (Pitymys) huescarensis huescarensis, Allocricetus bursae, Apodemus flavicollis, cf. A. aff. mystacinus, and Prolagus calpensis. Entre más de sesenta especies de aves la avifauna es especialmente significativa porque nos indica la presencia de lagos y pantanos cerca de la cueva en el Pleistoceno Medio de los que el polen fósil del abrigo nos habla de la presencia de árboles y plantas de entornos húmedos.
Entre los hallazgos destacables se encuentra un bifaz en piedra caliza que podría ser el más antiguo de Europa con una antigüedad de entre 760.000 y 900.000 años y que, por tanto, se le atribuiría a un Homo anterior a H. Heidelbergensis. |