LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CUEVA DE LA HOZ

La cueva de la Hoz, o cueva de la Rata, es una cavidad que contiene grabados y pinturas prehistóricas y restos arqueológicos, que se encuentra en el parque natural del Alto Tajo, más concretamente en el término municipal de Santa María del Espino, en las orillas del río Linares, a unos 1140 metros de altitud sobre el nivel del mar, en la provincia de Guadalajara. Siguiendo río abajo, a unos 14 kilómetros, por el valle de los Milagros se encuentra la Cueva de los Casares, mayor y con mayor densidad de arte rupestre. Se encuentra en el paraje conocido como barranco de la Hoz, por formar esta geomorfología el río Linares, o río Salado, entre las paredes calizas de las montañas circundantes. La boca de la cueva está a media altura de la pared izquierda de la hoz, en lo que podría ser un sinclinal.

Dispone, al menos, de dos entradas comunicadas, formando una Y con el pasaje de la cueva. La cueva tiene un desarrollo pequeño, rondando los 156 metros, en un corredor estrecho. Dispone de dos pisos, si bien la galería superior se ha hundido sobre la inferior. Más de la mitad de cueva, la parte más alejada de la entrada, se encuentra ocupada por un lago, que es parte del riachuelo subterráneo que circula por toda la gruta y que desemboca en forma de manantial en la entrada principal.

Los restos artísticos de la cueva se componen de grabados, pinturas y trabajos sobre el barro o paredes blandas conocidos como macarroni, y que en esta cueva se puede destacar la figura de un caballo con trazo profundo.

Los mejores grabados figurativos se encuentran en la derrumbada galería superior, a unos 80 metros de la entrada y antes de llegar al lago, mientras que en la galería inferior, y ya a la altura del lago, se encuentran signos abstractos grabados en blando, grabados finos y pinturas rojas.

Las figuras no abstractas son parciales o totales y cubren parte de la fauna local prehistórica: équidos, bóvidos, cérvidos y cápridos.

La cueva fue encontrada en. A diferencia de la muy cercana cueva de Los Casares ésta no contiene restos paleontológicos ni paleoantropológicos, aunque sí restos arqueológicos.

Rodrigo de Balbín, en 1991, detectó niveles del Pleistoceno superior y Holoceno.

En la galería superior el grabado del caballo que por comparación estilística con otros de la península ibérica y con algunos grabados en arte mueble se situaría entre el Solutrense final o el Magdaleniense inicial.