La cueva de Gurugú o de Los Murciélagos se encuentra en el barrio del Gurugú, en un gran abrigo orientado al Sur y a pocos metros del nacimiento de un riachuelo (el Carabete). Conocida desde hace décadas por los vecinos su valor arqueológico fue descubierto en los años 80 del pasado siglo.
Posee dos galerías bastante diferenciadas. La de la derecha nos lleva descendentemente hacia una sala que prosigue por una galería bastante amplia cuyo suelo es bastante farragoso. En este punto se encontraron en superficie abundantes restos de oso de las cavernas. Por el contrario la de la izquierda, de mucho menor recorrido, nos lleva a varias galerías de pequeña entidad.
Respecto a los materiales, llama poderosamente la atención que no solo se encontraron en superficie (la gran mayoría), sino que en diferentes niveles (incluso en el abrigo) existen estratos donde se aprecian materiales en zonas cementadas por la calcificación. En la galería de la derecha se aprecian zonas donde se atisban industrias musterienses. El resto de los materiales encontrados abarcan un arco cronológico increíblemente amplio. A parte de los citados restos de oso de las cavernas, se encontró industria lítica del Paleolítico Inferior/Medio en abundancia, restos de fauna de la misma cronología, industria lítica y un conchero del Paleolítico Superior, cerámica y fragmentos de cráneo humano quemados de la Prehistória Reciente (relacionados con el ámbito funerario), e incluso materiales de la Edad del Hierro como fragmentos de vasos decorados o una plaquita de hierro. También aparecieron restos cerámicos de época medieval, reafirmando así la presencia humana de miles y miles de años en el interior de la cueva.
No cabe duda de que en las inmediaciones del Gurugú existió muchísima actividad en la antigüedad como lo demuestra la proximidad de los yacimientos de La Cuevona y la cueva del Gurugú III, ambas a menos de 100 metros de distancia. |