LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CUEVA GRAN DEL PUNTAL

Amplio abrigo localizado en la margen derecha de la Valltorta, en la pared norte del Puntal, enfrente de les Coves de la Saltadora. Está formado por dos cavidades; una de ellas, el abrigo, es de largo desarrollo horizontal y es la que conserva diversas manifestaciones rupestres. En su interior se abre una galería de desarrollo vertical que contiene un yacimiento arqueológico excavado el año 1917. Debajo de la Cova Gran se abre otra cueva con relleno sedimentológico que tiene su perímetro protegido por un muro de piedra seca.

Todas las manifestaciones artísticas se localizan en la segunda cavidad del abrigo. De izquierda a derecha contamos con una figura de arquero que mira a la izquierda, de piernas abiertas y tronco en forma de barra que tiende a ser más ancho a la altura de las clavículas. Sujeta con una mano un arco simple y con la otra, levantada y atrasada, una larga flecha, lo que sugiere que se dispone a armar el arco. La cabeza, realizada con cuidado, presenta dos apéndices en su parte superior y Io que parecen dos colgantes en la parte inferior. Infrapuestos al arquero se observan restos de pigmento de coloración más diluida que dado su pésimo estado de conservación no se pueden identificar. Cerca del anterior motivo, en una superficie lisa, se aprecia un conjunto de digitaciones, de color rojo oscuro, que forman un motivo esquemático complejo, que ha sido descrito como una mano. Debajo se observan restos de pigmento de la misma coloración y técnica.

En Ia parte alta del abrigo, cubierta parcialmente por una colada, se localiza la figura de un cuadrúpedo, probablemente un cérvido. La cabeza no se conserva y tampoco el pecho, pero sí la línea lumbar, el vientre, Ias patas traseras y una de las patas anteriores.

A Ia derecha, a una cierta distancia, y en la parte alta del abrigo, se distingue una agrupación de dos ciervas y un ciervo joven. De estilo similar a Ia cierva anterior tienen un tamaño más pequeño y están también muy afectadas por coladas estalagmíticas y por pérdidas de pigmento. La figura de mayor tamaño, la inferior, es una cierva representada a la carrera con las patas traseras y delanteras estiradas. De factura muy naturalista, se han elaborado las orejas, patas y pezuñas con un trazo modelante. Sobre ésta se pintó un segundo animal con las extremidades dobladas y el cuello tendido, en actitud de descanso. Debajo de las patas traseras se observan cuatro líneas de disposición vertical y en las orejas dos trazos largos y muy finos, lo que se interpreta como dos astas en crecimiento por lo que se trataría de un ciervo joven. A su derecha se localiza el tercer animal de menor tamaño y peor conservación, orientado hacia la izquierda. También está en movimiento, a la carrera, como indican las patas extendidas.

Cierra el repertorio de pinturas un antropomorfo dotado de arco y flechas en disposición horizontal y orientado hacia tierra, como si estuviera tumbado. La cabeza es circular y el cuerpo y las piernas lineales. Se aprecia con claridad uno de los pies y el sexo. Con uno de los brazos sujeta un arco simple y las flechas; el otro brazo prácticamente ha desaparecido. Por encima del arco y las flechas hay otro trazo horizontal que podría ser la cuerda del arco.