LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CUEVA DEL FARO

La cueva está situada en Mataleñas (Santander) en una vaguada con un pequeño bosque de pinos y eucaliptos, Es un sumidero ocasionalmente activo que se abre en el fondo de un vallejo excavado en la rasa costera, muy cerca de los acantilados. Tiene una boca de tamaño medio, 2 x 2 m aproximadamente, que se orienta al suroeste, se bifurca a los dos metros de la entrada en dos galerías: la de la izquierda es más ancha y accesible, pero sólo presenta grabados en su pared derecha y en sus primeros 4 m; en cambio la galería derecha está más elevada, más estrecha con el techo más bajo que la anterior (salvo en una sala más alta, llena de inscripciones modernas, y presenta grabados solo a partir de los 5 m de su inicio, donde apenas llega la luz solar, en ambas paredes, y en menor medida en el techo. Esta galería alcanza los 20 m de longitud y tiene otra secundaria, también con grabados esquemáticos. Fue descubierta en 1979.

La cueva presenta bastantes inscripciones hechas en los años 70 y 80 del siglo XX, de trazo grueso que deben de haber sido hechos con un objeto romo, tipo palo, en cambio otros grabados de cronología posiblemente más antigua, son más finos y están hechos con alguna clase de buril u otro objeto punzante.

Los motivos esquemáticos que han podido ser identificados son los siguientes:
1. Raspados y rayados. Aparecen alrededor de los nódulos de sílex que afloran a lo largo de la galería derecha, por lo que es posible que se trate de huellas de extracción del mineral.
2. Esteliformes. De ellos destacamos dos: uno formado por cuatro líneas, que da lugar a una estrella de 8 puntas, inscrito en un círculo al que desborda y que aparece asociado a un aspa y otras líneas. Este tipo de motivos ha sido vinculado en otros yacimientos con cultos astrales (solares) durante la Edad del Bronce o con la representación de ruedas durante la Edad del Hierro. Y, en segundo lugar, cerca se sitúa otro formado por numerosas líneas y del que sobresale una línea más larga a la manera de cometa.
3. Escaleriformes. Uno pequeño y en disposición vertical se localiza al final del panel grabado en la galería izquierda. Otro más dudoso, también pequeño y con remate semicircular, es posible verlo junto al esteliforme anterior en forma de cometa.
4. Series de trazos verticales. Son más grandes en la galería izquierda. Unos siguen y atraviesan perpendicularmente grietas naturales, otros aparecen atravesados por largas líneas transversales pero sin llegar a formar reticulados.
5. Pequeños reticulados. De contornos no bien definidos y de forma más bien rectangular. El más claro aparece en la galería izquierda.
6. Series de ángulos. Se identifican sobre todo en la galería derecha, dispuestos de forma paralela.
7. Series de líneas horizontales. Paralelas, dispuestas de forma irregular y de pequeño tamaño aparecen en posiciones bajas de las paredes.
8. Aspas. Las aspas son numerosas, frecuentemente van asociadas a líneas verticales, y en ocasiones están dispuestas en parejas.
9. Pentalfas. Aparecen dos pentalfas dudosas. Una incompleta al fondo en la pared izquierda de la galería derecha rozando casi el suelo, tras una serie de trazos verticales, y otra al principio de la galería izquierda que es posible que esta estrella de cinco puntas no sea tal.
10. Otros. Grandes raspados, dos largas dedadas, y líneas cortas (aisladas o más frecuentemente en disposición oblicua o paralela entre sí) decoran las paredes y techos de la cueva.

La cronología que se atribuye a este tipo de grabados esquemáticos comprende un amplísimo período que va desde el Neolítico a la actualidad. Así pues, una cronología correspondiente al Calcolítico-Edad del Bronce tal vez parece, con reservas, la más probable para algunos de los motivos esquemáticos.