LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CUEVA DE LOS ENEBRALEJOS

La Cueva de los Enebralejos, también conocida como el Lindajuelo, está situada a 1 km. de Prádena, sobre una pequeña elevación y presenta 3670 m. de longitud.

Se descubrió en 1.932, en el curso de los trabajos de perforación de un pozo en la finca del Cebadero, atravesándose el techo de una de las galerías.

Presenta un desnivel de 13 metros y está estructurada en tres pisos (galerías altas, medias y bajas o del río) y tiene una gran importancia tanto arqueológica, espeleológica como turística, aparte de una impresionante belleza.

De los tres niveles de la Cueva de los Enebralejos, solo el central puede ser visitado. Este nivel se divide, a su vez, en tres salas:
La primera sala contiene pozos excavados en el suelo, que podemos calificar como osarios. En esta sala comenzaron en 1964 las investigaciones arqueológicas dirigidas por Isabel Burdiel. Estos osarios estaban formados por grandes vasijas de barro que contenían los principales huesos del cuerpo humano en su interior (sobre todo el cráneo y los huesos de brazos y piernas) y, en algunos casos, regalos que componían el ajuar funerario (objetos tallados en piedra y hueso, así como ofrendas alimenticias).
En la segunda sala abundan las pinturas negras, de entre las que destacan la figura de un cazador y de un ciervo. La separación entre esta sala y la siguiente consiste en una gran roca desprendida de la bóveda.
Por último, la tercera sala es la conocida como santuario, ya que fue destinada a las ceremonias rituales. Es la más grande de toda la cueva, y en ella abundan los grabados con motivos geométricos como rejillas, zig-zags o semicírculos concéntricos o pareados, en menor número pectiformes, arborescentes, esteliformes, escasos antropomorfos muy esquemáticos.

El enclave ofrece una Necrópolis de inhumación calcolítica, entre los años 2000 y 1800 a.C., iniciada en el momento antiguo de ese periodo con tres momentos de ocupación y un importante conjunto de pintura y grabados situados fundamentalmente en la Sala del Santuario.

Se han encontrado numerosos fragmentos de herramientas y cerámica. Las superposiciones registradas en los paneles corresponderían a tres fases sucesivas: la primera con pinturas en negro, la segunda con grabado ancho con sección en U, la tercera caracterizada por grabado fino en V. En la Sala II las pinturas negras son de técnica uniforme (a base de trazos lineales que adelgazan progresivamente) representando dos esquemas antropomorfos, cuadrúpedo indeterminado, cuadrúpedo acéfalo y restos de pintura inconexos. En la Sala Del Santuario los motivos aparecen enmarañados, acumulados en el panel, interpretados en ocasiones como demarcaciones o señalizaciones topográficas de lugares con sentido especial o simbólico.

Los materiales del interior de la cueva se centran en cerámica de buena factura con acabados esmerados, espatulados y bruñidos, en general no decorados. Entre las formas más características dominan los cuencos semiesféricos o esferoidales, si bien aparecen vasijas de perfil en "S" con cuellos vueltos así como alguna pieza tipo fuente o plato ampliamente exvasado.

La industria lítica tallada, en su mayoría del exterior de la cueva, está representada por hojas de sección triangular o trapezoidal (retocadas casi en todo su entorno) con raspadores en extremo y puntas de flecha (aletas y pedúnculo, triangulares con pedúnculo, romboidales). Hachas pulimentadas de fibrolita (rectangulares) y azuelas triangulares o trapezoidales. Molinos y molenderas de granito y gneiss. Abundante industria ósea con punzones sobre ovicápridos con algunas espátulas y un cincel sobre asta de ciervo. Piezas metálicas con un punzón biapuntado y un talón de hacha plana.

Algunos datos extraídos de las fichas de Arellano/Barrio/Lerín/Ruiz/Tarancón.