Esta cueva es el yacimiento más antiguo de todo el Vinalopó y uno de los más antiguos de la provincia. Los vestigios hallados en ella corresponden al Paleolítico Medio, el periodo más pretérito de ocupación humana en Alicante.
La cavidad en su entrada tiene siete metros de anchura por algo menos de metro y medio de altura y seis metros de profundidad practicables que se continúan hacia el interior por estrechas grietas. Un murete de piedras de cronología reciente cierra en parte la cueva. Se usó este abrigo hasta la época medieval, de lo que dan fe restos que llegan hasta el Neolítico. Pero la importancia de esta cueva radica en haber sido usada como refugio y lugar de elaboración de útiles líticos en el Paleolítico Medio por el desaparecido Hombre de Neandertal, primer homínido que habitó estos lugares.
Se encontraron 1.600 piezas de sílex (puntas, raederas, raspadores, buriles, etc.), predominando la talla levallois, típica del Musteriense, modo de trabajo habitual de los neandertales.
Los hallazgos predominan en el exterior de la cueva, concretamente alrededor de una roca, que a modo de banco natural se encuentra adosada a la pared izquierda de la entrada. Esta densidad de útiles y lascas en este punto hace suponer que era un buen lugar de trabajo para los habitantes de la cueva. En este asiento los neandertales tallaron sus sílex preparando sus hojas y puntas. |