LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CUEVA DEL BUXU

A 5 Km de Cangas de Onís la Cueva de El Buxu se encuentra situada en la Peña Ancueva, cercana al arroyo de Entrepeñas en las proximidades del pueblo de Cardes. Su estratigrafía alberga importantes niveles solutrenses con industria lítica y ósea, acompañada de diversas manifestaciones del arte mueble, entre las que destaca la rara escultura de un ave tallada sobre el colmillo de un oso de las cavernas y una plaqueta de piedra caliza grabada con diferentes motivos (animales, signos y antropomorfos).

En la cueva se combinan las pinturas y grabados de caballos, cabras, ciervos, bisonte... El arte parietal de la cueva de El Buxu contiene también representaciones variadas realizadas en diversas técnicas, grabados y pinturas, y con un amplio repertorio, figuras geométricas y zoomórficas.

Según recientes excavaciones, durante alguna de sus ocupaciones solutrenses se ha podido precisar que El Buxu funcionó como un asentamiento estacional de verano y otoño para la caza de ciervos, rebecos y cabras.

El nombre otorgado a esta cueva, se cree tuvo su origen como una diversificación de la palabra "brujo", que en bable se representa como "bruxu". Tal vez, gracias a las creencias fantásticas que envuelven a las cuevas, se creyó que esta cavidad de la naturaleza se encontraba habitada por un "Bruxu", vocablo que finalmente resultó en el nombre que actualmente se emplea.

El descubrimiento de la cueva de Buxu, le permitió al mundo apreciar los tesoros que guardaba este cofre natural. Entre sus principales aportes se encuentran las invaluables representaciones del arte prehistórico, pertenecientes al periodo Solutrense y Magdaleniense.

La cueva cuenta con una gran variedad de pinturas y grabados de animales. También muestra algunas figuras geométricas, la cuales han sido denominadas "tectiformes" y se presume son la representación de trampas para cazar. Adicionalmente, la cueva posee una relevante muestra de la industria ósea y lítica, así como de arte mueble. Todos estos tesoros artísticos fueron creados por las personas que habitaron la cueva hace 18.000 años. Los habitantes del Buxu se dedicaban a la caza de temporada y llegaban en primavera o verano, desde la zona de la costa. Esta información fue deducida por los arqueólogos, con base a los restos de animales, de herramientas y conchas de mar que se han conseguido como parte de la colección histórica de la cueva.