LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

COVATINA DEL TOSSALET DEL MAS DE LA RAMBLA

La Covatina del Tossalet del Mas de la Rambla son una serie de abrigos de arte levantino correspondientes al periodo Epipaleolítico-Mesolítico (10,000 – 6,500 años antes del presente), con una profundidad en visera de 4-5 metros, que se localizan en el Barranco de Calabazas, en el municipio de Villafranca del Cid. Se trata de abrigos alargados en un terreno de calizas que representan un conjunto monotemático de 7 figuras humanas en acción de caza.

Destaca por novedosa la caza de una gran ave rapaz (posiblemente un córvido), herida por un proyectil procedente de una honda, arma que lleva un bello cazador en "vuelo", el cual viste sofisticadamente. Otro grupo de figuras humanas singulares aparecen capturando víboras. Tan singular depredación habrá de relacionarse con la extracción del mortífero veneno de la «vípera Latasti». Su empleo tanto pudo servir para emponzoñar las puntas de las saetas de los cazadores prehistóricos de este importantísimo foco del Maestrazgo, o como "fármacos" al estilo de la «Triaca Magna» .

Los tres abrigos están geminados por dos crestones calizos recubiertos por sendas coladas estalacmíticas cuyo eje longitudinal (NE-SW) alcanza los 21,70 m., abriendo sus bocas al SE, donde una convexidad del meandro del barranco, conforma un paisaje montano de suaves cerros calcáreos, con un bosque degradado de pino laricio. Se denomina Abrigo A, al mayor y más occidental; B al central, el menor; y C ya sin manifestaciones rupestres, al más cercano a la Rambla. Mide el A 9 m de cuerda, 4 m de profundidad máxima, y tiene una altura bucal de 3 m. El B tiene de cuerda 5 m, 3,75 m de profundidad, y una altura de 2,10 m; teniendo el C de cuerda 7,80 m, siendo el resto de las medidas semejantes al abrigo primero. En su mayor parte los suelos de las balmas A y B presentan un gradiente señalado hacia el exterior, alterado por oquedades, en especial la B, producto de una roca caliza craquelada.

Abrigo A

Fig 1. A 1,98 m del inicio SW de la balma, existe una llamativa mancha rojizoacarminada con tres apéndices paralelos que descienden de su lado izquierdo. Desconches y zonas muy erosionadas del resto de su contorno —por causas naturales— alteraron su forma de tal modo que hoy resulta imposible determinar la figura primigenia. Eje longitudinal: 100 mm.

Fig. 2. A 3,30 m de la mancha precedente, y en el interior de una hornacina o nicho elipsoidal, de 50 cm de eje horizontal y una profundidad central de 8 cm, advertiremos en su mitad izquierda una agrupación de diminutas manchas —aproximadamente de 1 mm de diámetro— de tonalidad bermeja. Su observación inclina a creer que no fueron hechas por el rápido procedimiento de la aspersión de una brocha con pigmento, sino individualmente y sin orden alguno.

Abrigo B de gran tamaño, donde una columna lo divide en dos oquedades. En este refugio natural aparecen doce figuras pintadas: diez antropomorfos, un ave y un símbolo o signo. Todas, menos una, se encuentran en la oquedad izquierda y la otra en la derecha.

Fig. 3. A 1,43 m de la mancha negra de líquenes existente sobre el espinazo de la colada que gemina los abrigos A y B, encontraremos la primera figura naturalista del abrigo B. Se trata de un cazador de delgado tronco, sumamente inclinado a la izquierda mientras abre en visión frontal, en horcajo, sus muslos, que doblan exageradamente hasta tomar ambas piernas la posición vertical, deformación y pose que extraña. El resto del cuerpo presenta una cabeza cubierta con un tocado tipo "montera", y unos brazos, paralelos, entrados y tendidos hacia el centro de un arco muy abierto, adornado en sus tercios con plumas. Mientras la pierna derecha "aunque muy perdida" a partir de la rodilla se conserva entera, su izquierda se diluye, tras su potente muslo, en una mancha caída, posibles restos de otra figura. Eje máximo: 65 mm; coloración, rojizo-vinoso claro.

Fig. 3.b. Debajo del cazador precedente, colisionando con él, observaremos con gran dificultad los restos de una mancha de eje vertical ladeado a la izquierda, que a duras penas pudiera identificarse con una silueta humanoide en perfil derecho, aunque tal es su degradación por lavados naturales, que se prefiere computar entre las figuras ya perdidas del abrigo. Eje máximo aprox.: 105 mm; coloración, castaño desvaído.

Fig. 4. A 1,22 m a la derecha de figura anterior, algo más alta, daremos con la figura humana más diminuta del abrigo. Su cuerpo está expresado con un diseño caligráfico (filiforme), teniendo por tronco una línea arqueada, con gracia, delimitada por otras dos paralelas —brazos y piernas—, apenas dobladas. Submonta el tronco una diminuta cabeza que parece tocada con un gorrillo cónico, teniendo como rasgo facial destacado una nariz apuntada. Pese a su esquematismo la figura aparece llena del dinamismo que caracteriza el Arte Levantino. Su silueta va a reproducir las reiterativas figuras de "cazadores al vuelo" de esta balma, cuyo ideograma es semejante al de una H inclinada. Frente a ella, a 14 cm, restos de otra figura simila. Altura máxima: 45 mm; coloración, castaño muy desvaído.