Los restos del que fuera oppidum céltico se localizan en el paraje denominado "los Cercos del Castillejo", dos kilómetros al oeste de Medina de las Torres, provincia de Badajoz. Ugultunia se ubicaba en el corazón de una antigua región natural nombrada Baeturia delimitada por los cauces de los ríos Anas —Guadiana— y Baetis —Guadalquivir—, estaba poblada por dos etnias: los túrdulos, en su mitad oriental, pertenecientes al convento cordubense y los célticos, en la occidental, pertenecientes al hispalense.

El nombre Ugultunia es de filiación celta; en cuanto a la cognómina Contributa Iulia, Plinio nos dice que esta costumbre de utilizar los tres nombres romanos para bautizar las ciudades es propia de la provincia Baetica, siendo extensible al resto de los principales oppida célticos de la Baeturia. Gracias al Edicto de Latinidad de Vespasiano debió alcanzar el rango municipal. Acabada la Edad Antigua, el silencio de época visigoda prosigue bajo el dominio musulmán.

Al yacimiento de la ciudad romana de Contributa Iulia se accede por una de sus originarias puertas de acceso, la oeste. Flanqueada por dos torres y utilizando como lumbral un dintel de mármol blanco, en este espacio se puede observar la muralla de la ciudad, cuerpo de guardia así como una fuente que conserva su canalización de plomo. Subiendo por el decumano máximo y ocupando una manzana se asienta el área comercial o macellum destacándose en la entrada al mismo, los anclajes de la puerta. Diversos hallazgos han permitido datar la utilización de este espacio hasta el siglo VI d.C.

En el cruce del decumano máximo con el cardo máximo encontramos el foro. Con una extensión de 600 metros cuadrados y pavimentado en un primer momento de oppus signinum y posteriormente enlosado en mármol, posee diversos edificios religiosos y civiles. Muestra del primer aspecto, sobresale un edificio identificado como área sacra que conserva banco corrido, altar para realizar ofrendas y suelo originario.

Dentro de los edificios relacionados con el ámbito civil se advierte un conjunto de tabernae dispuestas en la zona sur, aunque sin duda alguna, el edificio que más destaca en el conjunto , es la majestuosa basílica siendo en dimensiones la más grande encontrada hasta la fecha en la Península Ibérica. Frente a la misma encontramos los restos de una domus donde se puede apreciar las distintas dependencias así como el perístilo e impluvium. Fuera del perímetro amurallado se halla la zona de ocio y espectáculos donde las catas realizadas han confirmado la existencia de un anfiteatro. Cercano a la zona de espectáculos se abre un espacio delimitado perimetralmente por un muro que alberga un pozo donde se localizó un ara votiva realizada en granito dedicada al dios Fontano y un templo. Este último de planta rectangular y tetrástilo aún conserva pódium, escalinata de acceso así como restos de estucado rojo en uno de sus muros.