LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CIADELLA

El campamento romano de Ciadella fue un asentamiento militar activo entre los siglos II y IV, situado en el tramo viario entre Brigantium y Lucus Augusti, entre las actuales parroquias gallegas de Ciadella (Sobrado) y San Vicenzo de Curtis (Vilasantar). En él se mantenían entre 500 y 600 militares de la Cohors I Celtiberorum Equitata civium romanorum, que tenía su sede en Lucus Augusti. Esta unidad auxiliar del ejército imperial romano tuvo como función la vigilancia de la Vía XX, trabajo que desempeñó entre los años 123 y 395. Desde su base operativa se desplazaban destacamentos de caballería (uexillatio) a las regiones mineras astures como Las Médulas, próximas a Asturica Augusta, y a las explotaciones del norte de la Lusitania. La caballería de las cohortes eran de especial utilidad en aquellas regiones donde fue preciso vigilar y escoltar las producciones auríferas. Roma, recelosa por el tesoro público, impuso una férrea supervisión y un control militar estricto sobre las explotaciones mineras de todo el Imperio, refuerzo que se verá acrecentado en época del emperador Marco Aurelio.

La Cohors I Celtiberorum Equitata civium romanorum, formada en el año 80, habría sido trasladada desde Mauritania a Hispania en el año 123, adscrita a la Legio VII Gemina (León) por orden del emperador Adriano.

El recinto fue construido entonces, en un altiplano de 480 metros sobre el nivel del mar, rodeado por una pequeña cadena montañosa, cerca del río Cabalar. Tenía una muralla perimetral de 172 x 140 metros, con las esquinas redondeadas, y un foso externo que complementaba las funciones defensivas de la muralla. La extensión del campamento era de 2,4 hectáreas. Existían además cuatro puertas de acceso al campamento, y varias torres de vigilancia. En el interior había dos edificios principales. Uno de ellos era la Principia (cuartel general), de planta casi cuadrada, que medía 29,5 x 29,6 metros. Al lado de la Principia estaba el Praetorio (residencia del comandante) de 38 x 29,6 metros. Los dos edificios estaban separados por una amplia calle. El resto de los edificios serían barracones, sanitarios, cuadras para los animales y una cantina.

El abandono del campamento tuvo lugar en el siglo IV, cuando la unidad militar fue trasladada a Iuliobriga (Cantabria). Fue entonces cuando comenzó su deterioro, sobre todo en la época de la ocupación germánica, a pesar de que en algunas épocas fue nuevamente habitado. En el siglo XIX sufrió el expolio de su cantería para la construcción de edificios vecinos.

Las excavaciones del recinto comenzaron oficialmente en 1934. Los materiales encontrados en el lugar fueron abundantes, destacando piezas de cerámica, vidrios y utensilios de hierro y bronce. Se encontraron también monedas, pertenecientes a un rango de tiempo que engloba desde Domiciano (año 86) hasta Claudio II (año 270).

Buena parte del campamento no está excavado. Una parte del sitio excavado tiene una cubierta futurista (acero y vidrio) reutilizada, que protege las ruinas de los efectos erosivos.