LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CERRO DE LA VIRGEN DEL CASTILLO

El Cerro del Castillo está localizado al NE del término municipal de Bernardos, a unos 3 Km. de esta localidad, cercano a la margen izquierda del río Eresma. Se trata de un asentamiento de tipo castreño con un marcado carácter estratégico, al que se accede a través de su ladera noroccidental, cuya cronología debemos adscribirla a la etapa comprendida entre el siglo V d.C. y el siglo XI d.C. La secuencia arqueológica nos hace pensar en una dilatada e ininterrumpida ocupación del recinto fortificado cuyo génesis ha de enmarcarse en la etapa posteodosiana y los episodios de inestabilidad y guerra civil a comienzos del siglo V d.C.

El núcleo está formado por un doble recinto amurallado. El exterior, de mayores dimensiones, está compuesto por bastiones semicirculares y rodea al interior, de menor anchura, y carente de cubos. El sistema constructivo de la muralla es similar al de otras fortificaciones peninsulares de época tardorromana. Consta de dos lienzos de mampostería integrados por bloques y lajas de pizarra, cuarcita y esquistos trabados con mortero de cal y arena, y otras veces colocadas «a hueso», cuyo interior se rellena con el mismo tipo de material pétreo, pero sin concertar. En el flanco septentrional de la fortificación se localiza una puerta de 3,20 m. de anchura entre dos de los cubos, cuya planta se estrecha hacia el interior favoreciendo su carácter defensivo.

El segundo de los recintos, localizado al interior, aparece bastante deteriorado, dando la sensación de ser más tardío y de estar destinado a proteger la zona más vulnerable del emplazamiento, la denominada acrópolis. Dentro de este segundo recinto se encuentra una construcción bastante posterior, la Ermita de la Virgen del Castillo.

Tras la irrupción de los visigodos el lugar siguió siendo utilizado, al parecer, de forma ininterrumpida a lo largo de toda la época visigoda. De acuerdo con los datos arqueológicos, fue ocupado por los árabes en las primeras etapas de la invasión, momento en el que se hacen importantes modificaciones en las murallas.