LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CERRO DE LA ENCANTADA

El yacimiento arqueológico denominado Cerro de La Encantada, también conocido por el topónimo de Los Castillejos, se encuentra situado en el término municipal de Granátula de Calatrava en la Provincia de Ciudad Real. Aunque hasta el momento solo ha sido excavada una parte del yacimiento, es bien reconocida su importancia para entender el período del Bronce Medio y Pleno en la Península ibérica en general y el Bronce Manchego en particular. Los restos urbanísticos, funerarios y arquitectónicos nos cuentan que este yacimiento no se puede enmarcar en el contexto de la Cultura del Argar.

El cerro en que se encuentra el yacimiento, se yergue a una altura de cerca de los 800 m s.n.m. y de unos 150 m. sobre la llanura que lo bordea por su ladera SW, dominando el valle del Jabalón y los pasos naturales hacia la Andalucía y el Levante.

Los restos arquitectónicos localizados hasta el momento en el yacimiento corresponden, en líneas generales, a tres grandes grupos de construcciones: potentes edificaciones de carácter defensivo (murallas y jorfes, torreones y estructuras de almacén o "silos"); los edificios rituales asociados a sepulturas, y restos de viviendas: simples cabañas apoyadas en la roca o casas con zócalos de mampostería y alzado de tapial apoyadas sobre aterrazamientos entre los paramentos de las murallas.

En lo que a los materiales arqueológicos se refiere, la cerámica es el más abundante; entre los vasos cerámicos hay un claro predominio de los cuencos, pithoi, ollas y vasos de perfil en "S", seguidos de los vasos carenados y los de paredes verticales, todos ellos en diferentes tamaños, y estando también presentes las copas.

Junto a la cerámica han aparecido también diferentes clases de útiles, tanto de cerámica (vasos coladores, pesas de telar o tronzadoras), como de piedra (hachas pulimentadas, machacadores, molederas, dientes de hoz), de hueso (punzones, espátulas) y de cobre o bronce (punzones, leznas, escoplos); son relativamente frecuentes los objetos de adorno (colgantes de concha y pizarra, cuentas de collar de piedra y hueso, botones de hueso y marfil con perforación en V), entre los que cabe destacar la presencia de brazaletes de plata y piezas de marfil, y también las armas, representadas por cuchillos o puñales de remaches y puntas de flecha lanceoladas y de pedúnculo y aletas, todo ello en cobre o bronce.