LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CENOBIO DE VALERÓN

El Cenobio de Valerón es un parque arqueológico situado en la isla de Gran Canaria, dentro del municipio de Santa María de Guía, en el barranco de Valerón. Se trata de un granero colectivo construido y usado por los aborígenes de la isla hasta la conquista de la misma a finales del siglo XV. Junto a la Cueva Pintada de Gáldar es uno de los yacimientos emblemáticos de Gran Canaria.

El granero colectivo conocido como Cenobio de Valerón es un complejo sistema de cuevas en varios niveles: 298 compartimentos de capacidad entre uno y tres metros cuadrados, distribuidos en 8 pisos. Fueron excavados con herramientas de piedra y madera en la blanda toba —piroclastos volcánicos cementados— en la montaña conocida actualmente como Montaña del Gallego. La fácil defensa del lugar, el abrigo natural ofrecido por un arco natural en la montaña y las condiciones de temperatura y humedad lo hacían ideal para su uso.

Las cuevas o silos son de variadas formas y tamaños, comunicándose algunas entre sí, y se agrupan en varios niveles superpuestos. Existen aún los escalones excavados en la roca y se cree que estos serían suplementados con escalas o andamios y cuerdas, que no han dejado rastro arqueológico.

Las cuevas se cerraban con puertas de material desconocido, conservándose las marcas. Estas se creen que podrían haber sido de madera, lajas de piedra o bien materiales blandos como textiles o pieles. Los huecos de éstos, así como otras ranuras, se sellaban además con una argamasa cenicienta. Todo ello buscaba preservar las cosechas.

En el yacimiento se han encontrado ídolos, pintaderas, cerámicas, huesos humanos y cenizas, que se creen pertenecerían a los que custodiaban el granero.

El nombre de cenobio se debe a la creencia romántica de que allí vivían unas sacerdotisas celibes llamadas harimaguadas, con las que se alojarían las jóvenes de clase noble hasta su casamiento. Dicha visión prevaleció hasta el siglo XX, cuando se reconoció su verdadera utilidad, notándose el parecido con otras estructuras de las isla y del norte de África. Además, algunas de las crónicas mencionan la práctica de conservar los alimentos en riscos de difícil acceso. Los graneros norteafricanos o agadires suelen tener una zona común de almacenamiento, custodiada por la comunidad a la que pertenece, con cámaras cuyo uso y mantenimiento es de naturaleza individual.