Castro de forma ovalada que consta de un recinto único rodeado por un muro. Mide 90 m. en el eje noreste-suroeste y 60 m. en el eje noroeste-sureste. Es un asentamiento muy alto con un amplio dominio visual ubicado en una colina a una altitud de 557 m.

La historia del Castro da Graña comienza a finales de la edad del bronce - principios de la de Hierro, en el siglo VIII a.C., con un poblado de cabañas de madera y barro; y una muralla de tierra. Cientos de años después, en el cambio de era, bajo la influencia de la romanización, aparece una arquitectura de piedra, tanto en las casas como en la muralla, y se construye la entrada que hoy vemos.

En el siglo IV-V, tras 1200 años, el poblado se abandona definitivamente.

Las excavaciones documentaron tres fases de ocupación:
∗ Una primera fase entre los siglos VIII y VII a.C. en el que se documentaron las huellas de los fondos de chozas de madera y planta circular.
∗ Una segunda fase en la que los fondos de la cabaña están delimitados por zócalos de piedras incrustadas.
∗ Y una tercera fase, ya desde la época romana alrededor de los siglos I d.C. – II d.C. definido por la presencia de edificios de piedra rectangulares, así como por el revestimiento de piedra del muro del Castro y la construcción del camino de entrada parcialmente excavado en la roca y delimitado por lienzos de pared, dando una notable monumentalidad a la ciudad.

Se encuentra poco excavado; pues solo se ven 8 construcciones al aire libre. En este se halló una escultura de una cabeza humana representada en granito y se recuperaron muchos materiales de la vida cotidiana del Castro, como cerámica, herramientas líticas, peroné, rosquillas, molinos de mano, objetos y herramientas de hierro.