LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CASTRO DE SANTOMÉ

Muy cerquita de Orense, pero ya lindado con el concello de Pereiro de Aguiar, se encuentra este complejo arqueológico que no solo conserva una vegetación peculiar sino que disfruta de un emplazamiento privilegiado, con impresionantes vistas sobre la ciudad.

Santomé destaca por ser uno de los pocos ejemplos de la Península donde aún se puede observar la convivencia, en el tiempo y en el espacio, de dos culturas muy diferentes: en la parte más elevada, restos de un castro, población fortificada propia de las cultura castreña (pueblos celtas de la Edad de Hierro); en la llanura, una típica villa galaico-romana. Ambos datan del siglo I d.C., lo que pone de manifiesto cómo los modos y formas romanas convivieron en perfecta simbiosis con las tradiciones anteriores, creando modelos que van a pervivir mucho tiempo en la Galicia rural.

Antes del siglo II a.C. el castro fue habitado por los habitantes prerromanos, nativos de la región, pertenecientes a la cultura castrexa. Se puede observar parte de esta época en la cumbre y en la ladera del valle del Loña. Apreciaremos los restos de edificaciones circulares y hasta la base de una torre de vigilancia dividida en dos estancias en lo alto de la montaña. El río se encaja en el valle formando una gran inclinación y precipicios. En el fondo del valle, observaremos las espectaculares marmitas de gigante, formadas por la erosión del agua y las piedras. En frente se encuentra el Embalse de Castadón, que retiene las aguas del Loña.

Con la llegada de los conquistadores romanos , esta pequeña ciudad fue romanizada en gran parte. Se pueden ver los restos reconstruidos de las mansiones cuadrangulares romanas y las calzadas que formaban sus calles y apreciaremos la importancia, debido a su magnitud, que este poblado debió tener para la gente que se acercaba a Orense provenientes de la Ribeira Sacra. En el siglo II, el poblado fue abandonado, hasta que cien años después volvió a ser ocupado por otra civilización con características galaicos-romanas, aquellas que heredarían parte de la cultura de estos. Lo más sobresaliente de esta época es la zona de viviendas que se encuentra en la entrada del complejo, existiendo en su día hasta un edificio de dos plantas con escaleras exteriores y hasta un singular sistema de calefacción.