LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CASTRO DE EL COTERÓN

El castro de El Coterón se ubica en lo alto de un monte cónico de roca caliza en la cabecera del valle de Entrambasaguas. Nos encontramos en un territorio yermo en cuanto a asentamientos protohistóricos de envergadura se refiere, al menos conocidos hasta nuestros días. Paralelamente nos encontramos con un cierto nivel de estaciones hipogeas (cavidades o bóvedas con restos de enterramientos) que puede indicar que el potencial arqueológico en superficie este aún por descubrir.

El Coterón fue mencionado por primera vez como enclave de interés arqueológico, en 1976. Tan solo se conoce un aterrazamiento artificial en todo el yacimiento. El resto está conformado por terrazas concéntricas (naturales) de roca caliza más o menos regulares. La vertiente Sur en cambio posee una serie de desniveles que sus antiguos moradores regularizaron mediante una plataforma a media altura para dar continuidad a la curva natural del afloramiento. Dicha estructura se construyó levantando un muro de grosor considerable que se rellena y nivela para crear una superficie cómoda y habitable. Se cree que el cometido principal de esta terraza era el propio hábitat, aunque no se descarta que con su construcción también se pretendiese fortificar en cierto modo el mejor acceso natural. En el resto del monte no se encuentra ninguna estructura similar, pudiendo deberse a que realmente no era necesario crear este tipo de superficies ya moldeadas en la propia roca caliza.

Respecto a la cronología del yacimiento no se puede adscribir de un modo rotundo a ninguna época concreta, sobre todo porque no se ha podido hallar tampoco material alguno que lo pueda ubicar exactamente. De todos modos por semejanzas es atribuible a la Edad del Hierro.