El Castro (Quintanilla de Rucandio) se encuentra cercano al castellum de El Castro II, un yacimiento de increíbles dimensiones. Se sitúa sobre una enorme atalaya natural de fuertes cantiles, circunstancia idónea para establecer un poblado prerromano con un dominio visual y unas defensas naturales privilegiadas. Fue descubierto en el año 1989.
No se ha documentado la presencia de materiales, si bien las características de su acceso así como el contexto general del yacimiento llevan a pensar que estamos ante un enclave de la Edad del Hierro. Conserva varios tramos de muralla en la cara norte del emplazamiento, pudiendo hacer una reconstrucción en base a los mismos de una línea amurallada de aproximadamente 82 metros. Esta muralla protege el único acceso conocido hasta nuestros días, el cual se realiza mediante un esviaje articulado a partir de una rampa de fuerte pendiente dispuesta de forma paralela al pie de la muralla. El corte natural de la roca complementa las defensas de la puerta, el vano de la cual mide 18 metros. Si el área habitable del castro ocupase el total del altiplano, ocuparía unas 8 hectáreas, convirtiéndose en uno de los grandes oppida de la región. Esta teoría se suele rebatir por la presencia de un segundo acceso natural al Sur que no parece disponer de ningún tipo de fortificación o defensa, circunstancia por la cual se cree que el área habitable del poblado fuese mucho menor. De todos modos en la formación rocosa, a parte de la muralla norte, no se han encontrado ningún tipo de estructuras, pudiéndonos llevar esto a pensar que fueron arrasadas o que tal vez ni siquiera existiesen. |