LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CASTRO DE LOS CANTONES

El castro de Los Cantones se asienta sobre una pequeña loma que separa los pueblos de Luriezo y Cahecho. Se articula principalmente en dos recintos: el más externo es fácilmente identificable por acabar rematado en una estructura circular a modo de bastión. Hay un amplio espacio llano delimitado por un terraplén de unos 250 m de longitud, el cual se desarrolla hacia el sur hasta acoplarse al recinto mayor. Se cree que en este sector encontramos uno de los accesos principales al recinto, pero la gran masa arbórea que puebla el castro impide la identificación de estructuras claras que apoyen esta afirmación. Por otro lado se encuentra el recinto interno, mucho más complejo estructuralmente que el primero. Se compone de una serie sucesiva de terraplenes dispuestos de forma concéntrica a la cima, sobre los cuales se crea un hábitat artificial idóneo para el establecimiento de viviendas. El terraplén más externo dibuja una planta de forma semi-rectangular con los ángulos redondeados, cuyo eje principal alcanza algo más de 250 m. Hacia el centro se encuentra lo que parece ser otra puerta de acceso, está mucho más complicada que la citada anteriormente: Se trata de una estrecha entrada en esviaje por la que se accede a un curioso espacio adosado de lo que parece ser un torreón, o punto de control, previo a la entrada final. Ya dentro del recinto se encuentran más taludes cuyo objetivo parece facilitar la edificación, llegando alguno de ellos a superar el metro de altura visible. Todo el dispositivo defensivo tiene una longitud de 1.200 m encerrando una superficie aproximada de 9 hectáreas.

No han sido documentados hallazgos materiales en el castro de Los Cantones, ya que no se ha realizado ningún tipo de excavación arqueológica en el mismo. Esto, unido al inmenso bosque de roble que lo puebla, hace difícil su adscripción cronológica.