El poblado puede ser visitado por completo ya que ha sido excavado el 100% del yacimiento. El acceso se produce a partir de una rampa construida con losas de piedra calcárea. El asentamiento se distribuye en dos grandes departamentos de casas separados por una calle central.

Se trata de un caserío situado en las estribaciones de la Sierra Calderona, lo que le permitía dominar el paso natural que comunicaba la antigua capital edetana con el Bajo Aragón y el Alto Valle del Palancia. El poblado aprovechó las ventajas defensivas naturales de un altolozano, al que además, añadieron una muralla delimitando un área de 1.000 m². Se encuentra a 15 km del núcleo urbano de Llíria.

Se ha calculado que pudieron habitarlo unas sesenta personas formadas por una familia de la élite edetana que convivió con otras familias independientes compuestas por artesanos, agricultores, herreros... entre los años 400 y 200 a.C. cuya fecha coincide con el apogeo del territorio de la Edetania. Se trataría por tanto, de una sociedad jerarquizada mediante contratos clientelares.

Entre las estructuras encontramos una gran casa señorial (2, 5, 9, 22 en el plano) con salas de reunión y de descanso, almacenes y una capilla. Mientras que los artesanos, labradores y el resto de habitantes viviría en otras estancias más pequeñas.

Este poblado se dedicaba a la explotación agropecuaria de secano (cereal, aceituna, viña) y de ganadería centrada en ovicápridos, y en menor medida cerdo y vaca. El cereal era almacenado en graneros comunitarios. El asentamiento corresponde con el modelo "de calle central" característico de los asentamientos ibéricos de escasas dimensiones en la Comunidad Valenciana, Aragón y Sur de Cataluña. La estatigrafía ha determinado dos momentos de ocupación del Castellet de Bernabé, donde en la fase inicial, destaca la estructura de la casa de la élite con acceso privado con estructuras con hogares y otros equipamientos que desaparecen en la segunda fase.

En este yacimiento se han podido encontrar numerosas cerámicas de arte ibérico, así como fusayolas, aperos, armas... Entre los que destacan vasos grandes y medianos de almacenaje, vajilla de mesa, microvasos, cerámica de Barniz Negro, florales, figuradas, etc. A su vez se han hallado enterramientos infantiles, y una estatua de una madre entronada de piedra caliza de 10 cm de alto. Hacia el año 200 a.C. el poblado fue incendiado debido a la conquista romana.