LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CABEZO DEL POLOVAR

El Cabezo del Polovar es un yacimiento modesto. Los investigadores establecen una división de los poblados de la Edad del Bronce según su tamaño. El Cabezo del Polovar entraría en la categoría de los más pequeños establecimientos, seguramente dependientes de otros poblados de mayor tamaño. Quizás Cabezo del Polovar dependiera del cercano poblado de Terlinques del que dista sólo 1,9 kilómetros.

Cabezo del Polovar era un pequeño establecimiento agrícola donde debieron vivir una o dos familias. En las excavaciones realizadas entre 2012 y 2014 se han sacado a la luz la planta de dos habitaciones o quizás viviendas en la cresta central y también una especie de cobertizo en la cresta occidental. Este cobertizo no parece que fuera usado como vivienda y es una construcción que se edificó aterrazando el terreno. Quizás fue un lugar de almacenaje. Lo cierto es que este tipo de construcción es bastante raro encontrarla en otros yacimientos de la Edad del Bronce. Además parece que este cobertizo fue construido en el primer cuarto del II milenio a.C. (1.906 – 1.743 a.C.) Es varios siglos anterior a las dos habitaciones de la cresta central, que se han datado a mediados del II milenio (1.528 - 1.432 a.C.)

Como otros yacimientos de la Edad de Bronce de Villena Cabezo del Polovar se sitúa en altura, en la cima de un cerro que se convierte en una magnífica atalaya destacando sobre el terreno. La panorámica que se contempla desde lo alto del Cabezo del Polovar es extensa dominando visualmente el corredor del Vinalopó.

Entre los hallazgos destacan los restos de un capazo o saco de esparto carbonizado asociado a semillas de cebada que apareció entre los restos constructivos de la cresta occidental. También se han encontrado varios centenares de fragmentos cerámicos. En estratos de derrumbe de una de las habitaciones excavadas en la cresta central se han recuperado restos de barro endurecido de las paredes de la vivienda. El estudio de estos restos constructivos lleva a la conclusión de que usaban la técnica del bahareque, combinando el barro con entramados vegetales (cañas, ramas y paja). De esta manera daban más consistencia al barro con el que construían las paredes y techos de las vivienda.