LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CABEZO PEQUEÑO DEL ESTAÑO

El yacimiento arqueológico del Cabezo Pequeño del Estaño se encuentra cerca de Guardamar del Segura. Fue un asentamiento fortificado del Hierro antiguo, siglos VIII-VII a.C. Se ubicaba cerca de la orilla de la albufera que por aquel entonces existía en el área de la desembocadura del río Segura. De hecho el nombre del yacimiento arqueológico, Cabezo Pequeño del Estaño, viene de la castellanización de Cabezo Pequeño de l′estany (estany significa estanque en castellano).

Aunque desgraciadamente una cantera destrozó parte del yacimiento arqueológico, se han podido salvar parte de los bastiones y murallas que defendían el asentamiento, así como algunas de las viviendas del interior del poblado.

La muralla conservada, que llega a los tres metros de altura y cuatro de anchura en algunos puntos, tiene claras influencias orientales, con entrantes o casamatas en el muro de la muralla. Ello, junto con parte de los materiales hallados en el yacimiento, ha hecho que haya sido interpretado el Cabezo Pequeño del Estaño como un emplazamiento fenicio. Cerca, en el pinar de Guardamar, se conserva la ciudad fenicia de la Fonteta, uno de los más importantes yacimientos fenicios del levante peninsular. El Cabezo Pequeño del Estaño pudo ser una fortificación de apoyo a la ciudad fenicia de la Fonteta, cubriendo el sector sur de la albufera que desde Guardamar cubría buena parte del llano que se ve al norte del yacimiento.

¿Por qué estos dos importantes yacimientos fenicios en Guardamar? Porque la zona fue un lugar clave en la formación de la cultura ibérica. La cultura ibérica se formó a partir de las influencias orientalizantes (fenicios y griegos) sobre el sustrato indígena de la Edad del Bronce. La Fonteta fue foco de irradiación de estas influencias y el Cabezo Pequeño del Estaño fue "un asentamiento trascendental para conocer la dinámica de los intercambios culturales que se producen en la desembocadura del río Segura desde el s.VIII a.C. así como el proceso de formación de la cultura ibérica" tal como dice Jesús Moratalla en su tesis doctoral. Este investigador cree que el asentamiento del Cabezo Pequeño del Estaño pudo ser no una fortificación fenicia, sino indígena. Su origen sería la desconfianza de los pobladores indígenas ante la llegada de los fenicios de la Fonteta. En ese caso lo que en principio fue una relación de desconfianza entre la Fonteta y el Cabezo Pequeño del Estaño, se convertiría con el tiempo en colaboración comercial y en influencia cultural. Por tanto estos dos yacimientos arqueológicos serían un ejemplo paradigmático del comienzo de la influencia fenicia en la zona. Por todo esto, la costa de Guardamar es un punto fundamental para entender el nacimiento de lo que luego sería la Contestania ibérica.

Parece que El Cabezo Pequeño del Estaño se abandonó de manera pacífica. No sabemos la causa pero podemos hacer algunas hipótesis. Si consideramos que era una fortificación de apoyo a la Fonteta podríamos creer que la relación con las gentes indígenas se había normalizado y ya no era necesaria. Si consideramos que era una fortificación indígena que vigilaba los movimientos de los fenicios de la Fonteta, el abandono pudo deberse igualmente a la normalización de los intercambios pacíficos entre autóctonos y recién llegados. Este abandono pacífico hace que no fueran muchos los objetos encontrados en el yacimiento arqueológico, ya que los pobladores se llevaron sus pertenencias al abandonar el poblado del Cabezo Pequeño del Estaño. Pero entre lo encontrado destaca un cuchillo afalcatado de hierro, que es de los más antiguos útiles de hierro encontrados en la provincia de Alicante.