LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CABEZO PARDO

El yacimiento arqueológico de Cabezo Pardo se encuentra el municipio de San Isidro en la Vega Baja del Segura. Está a tan sólo 600 metros del casco urbano de la localidad. El Cabezo Pardo forma parte de una agrupación de pequeñas elevaciones que alcanzan los 60 metros de altura conocidas como Cabezo de los Ojales. En la cima de una de estas elevaciones, el Cabezo Pardo, encontramos un poblado de la Edad del Bronce, que se inscribe dentro de la cultura argárica.

Este poblado fue edificado hacia el año 1.950 a.C. y estuvo habitado hasta el año 1.500 a.C. aproximadamente. Tuvo tres fases constructivas, ya que el pequeño poblado sufrió dos incendios. Los restos arqueológicos que se pueden apreciar ahora pertenecen a las dos últimas fases constructivas es decir desde el año 1.780 a.C. El poblado argárico, comparte espacio con los restos de un gran edificio de tiempos musulmanes, de época emiral, de los siglos VIII y IX d.C.

El poblado de la Edad del Bronce de Cabezo Pardo se estructuraba a lo largo de una estrecha calle que articulaba el incipiente urbanismo del poblado. También se pueden apreciar los restos de varias viviendas que en parte están también afectadas por la excavación de varios silos de época emiral cuya planta circular todavía puede ser perfectamente observada.

Los habitantes prehistóricos de Cabezo Pardo vivían en un paisaje bastante diferente del actual. Los terrenos que se dominaban desde lo alto del poblado eran en gran parte zonas pantanosas, marjales. En los alrededores del poblado cazaron ciervos, jabalíes, conejos y en las charcas pescaron barbos, ranas, tortugas de agua y otros anfibios que también formaban parte de su alimentación. Pero la actividad principal era la agrícola como suele ser habitual en este tipo de asentamientos. Cultivaban trigo, cebada, habas y guisantes. También era importante la actividad ganadera como demuestran los restos encontrados de ganado vacuno. ovino y porcino.

Cabezo Pardo, era un poblado de importancia secundaria dentro de las poblaciones argáricas de la Vega Baja del Segura, entre las que destacan el poblado de Las Laderas del Castillo de Callosa de Segura y el poblado del Cerro de San Antón de Orihuela.Las viviendas, como es habitual en la Edad del Bronce, se construyeron con zócalos de piedra (lo que hoy se conserva mejor) sobre los que se levantaron con barro amasado con paja las paredes. Las casas tenían tejados de ramas y barro que servía para impermeabilizar la construcción.

Los hallazgos más interesantes en el poblado de Cabezo Pardo fueron los enterramientos. Junto al muro de una de las habitaciones que todavía se conservan, se encontró el enterramiento de un individuo perinatal, quizás recién nacido, que apareció enterrado en una vasija. Otro enterramiento, aún más interesante, es una inhumación doble, donde aparecieron un hombre y una mujer que curiosamente fueron enterrados en fechas alejadas en el tiempo. La mujer según las dataciones del carbono 14 fue enterrada hacia el año 1.700 y sus huesos se conservaban en conexión anatómica. Los restos del hombre una vez analizados daban una cronología anterior, unos 100 años antes que la mujer y estaban desordenados, sin conexión anatómica. Parece que los huesos del varón que habría muerto un siglo antes fueron trasladados a la tumba de la mujer desde otro lugar. Los dos cadáveres estaban encerrados en una tumba construida con lajas de piedras que en parte fue afectada por excavaciones arqueológicas ilegales. Está tumba se hallaba en uno de los bordes del gran agujero fruto de esa excavación ilegal que podemos ver junto a los restos del gran edificio emiral.