LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CABEZO DE ALCALÁ

En el Cabezo de Alcalá, ubicado al norte de la provincia de Teruel en el valle del río Aguasvivas, se localiza un yacimiento arqueológico con restos de pueblos prerromanos. Entre estos restos se encuentra un poblado ibérico, de gran importancia para conocer el fenómeno de la romanización de Hispania. Este asentamiento fue uno de los más importantes del pueblo Ibérico en el Valle Medio del Ebro.

Su origen se sitúa en el siglo IX a.C., en la llamada Edad del Bronce Final. Tuvo su desarrollo como asentamiento preibérico desde el 550 a.C. El pueblo ibérico, asentado en este Valle y en el área que llega hasta Alcañiz, fue el de los Sedetanos. Su declive llegó durante las Guerras Civiles romanas, entre los años 80 y 76 a.C. Fue arrasada por el ejército pompeyano, que destruyó la población por ser partidaria de Sertorio.

Se conservan numerosos restos que pertenecen a edificios representativos de esta población como el templo, las casas de la nobleza, vías de comunicación y otros más emblemáticos como unas termas. El templo es un templo in antis de orden toscano. A este templo pertenece un grupo escultórico formado por un figura femenina y una masculina con un caballo. Las paredes de la cella del pequeño templo se decoraron con pinturas y estucos que simulaban aparejo. En otras edificaciones se encontraron también decoraciones murales que imitaban el alabastro, y pinturas de estilo pompeyano.

Es de destacar sobre todo los restos de cerámica ibérica, romana y cerámicas de figuras rojas griegas. Son también importantes los ejemplos numismáticos. Una de las piezas más relevantes de este yacimiento es el llamado Toro de Azaila, y dos cabezas, una femenina y otra masculina, encontrados entre los restos del templo.