LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

BASÍLICA PALEOCRISTIANA VEGA DEL MAR

La Basílica Paleocristiana Vega del Mar se encuentra en San Pedro de Alcántara, Málaga. Su descubrimiento se produjo en 1915 durante los trabajos de plantación de eucaliptos y se acometieron los trabajos en la basílica y en la excavación de 148 tumbas aledañas.

Según los estudiosos la construcción de la basílica se encuadra en el último tercio del siglo IV, si bien es más probable su pertenencia a la segunda mitad del siglo VI, debido a otros paralelos arquitectónicos.

Se trata de un edificio de planta basilical formado por un cuerpo central o aula de traza cuadrada, de tres naves compartimentadas en cuatro tramos por pilares, y dotada de ábsides contrapuestos, con replanteo de media circunferencia. Junto al ábside del altar se sitúan sendas habitaciones, siendo la septentrional la que alberga una interesantísima pila bautismal de planta cuadrilobulada dispuesta para el rito por inmersión, junto a otra rectangular de menores dimensiones. Al norte y al sur de la sala de oración se adosan sendos cuerpos constructivos, a modo de atrios o pórticos, que no sólo servirían como antesalas de entrada general al templo, sino que también incorporarían los recorridos de los catecúmenos y el clero hacia las estancias adosadas al ábside oeste. La cabecera del templo mira hacia el noroeste.

La construcción de la basílica es en general sumamente modesta en sus medios edilicios, destacando el trabajo de albañilería poco especializado con una clara economía de medios. De este modo, los muros se levantan mediante el empleo de cantos rodados recogidos en los cauces cercanos, tomados con mortero de cal. Sin embargo, a la vez conserva algunos restos de gran entidad a base de sillares de cuidada labra que sin duda nos remiten a una gran obra arquitectónica.

Conserva una excepcional piscina para el bautismo por inmersión. En un primer momento el rito del bautismo se realizaba por inmersión, es decir, imitando cómo se bautizó Cristo.

Apenas quedan huellas del pavimento interior de la basílica y del revestimiento original de los muros, en los que se observan fragmentos de decoraciones en color granate. El ladrillo aparece resolviendo jambas y esquinas, como en los pilares que enmarcan el ábside oeste. Se aprecia el empleo de sillares en la ejecución de los pilares cuadrados. Las dovelas de los arcos eran de piedra y fueron localizados junto con piezas de mármol en basas y columnas en las primeras excavaciones. En cuanto a su aspecto interior la techumbre debió ser de madera, pudiendo la nave central ser de mayor altura que las naves laterales.