LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

ALTO DE BENIMAQUIA

El Alto de Benimaqulia no tuvo una larga ocupación (650-500 a.C.) pero es un hito de la arqueología alicantina. Esta relevancia se debe principalmente a dos motivos: la buena conservación de su sistema defensivo, compuesto de muralla y torreones, probablemente sus torres son las más antiguas torres cuadrangulares construidas por poblaciones indígenas de toda la Península Ibérica (s.VII a.C.); y porque en el Alto de Benimaquía se han encontrado varios lagares que se han datado en el siglo VII-VI a.C, junto a uno de ellos se recogieron más de 7000 pepitas de uva. Estos hallazgos arqueológicos hacen del Alto de Benimaquía uno de los yacimientos más antiguos donde se ha documentado la industria del vino en el Mediterráneo occidental. Es uno de los primeros lugares de producción de vino, no sólo para consumo local, sino también para comercio, de la Península Ibérica. Se encuentra en una de las estribaciones más occidentales de la Sierra del Montgó.

De la muralla se conservan 147 metros de longitud. Está reforzada con varios torreones. La muralla hace un ángulo de 90° protegiendo los flancos norte y oeste del poblado. El flanco sur está protegido por el precipicio que forma aquí el monte. En el espacio delimitado por la muralla también podemos ver algunos restos de los muros de las casas del poblado, si bien la vegetación y los bancales modernos cubren la mayor parte de las estructuras.

En el sector occidental del poblado, adosados a la muralla norte, cerca de la torre trapezoidal, fue donde se excavaron los lagares que dan una importancia excepcional a este yacimiento arqueológico.

En las excavaciones arqueológicas se detectó un nivel de destrucción hacia el año 550 a.C. ¿Quizás un incendio fortuito o el poblado fue atacado? Posteriormente el poblado fue de nuevo ocupado pero tan sólo medio siglo después fue abandonado (500 a.C.)