LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

ABRIGOS DE SANTA EULALIA DE LA PEÑA

Los covachos decorados se muestran muy próximos entre sí estableciéndose una clara diferenciación en función del estilo artístico de las representaciones contenidas. Ambos abrigos se abren a unos 1.200 m.s.n.m. en el término municipal de Nueno, cercanos a la ciudad de Huesca, en una formación calcárea cercana al núcleo de Santa Eulalia de la Peña.

El llamado abrigo de La Raja L, cuenta con unas dimensiones que superan los 10 metros de longitud por 3 de profundidad, habiéndose seleccionado la zona central del mismo para la realización de las pinturas. En éste se observan ocho representaciones de las que cinco responden a criterios naturalistas y sólo una a esquemáticos. El grado de realismo se muestra diferenciado según las figuraciones. Así, se representó un ciervo de apenas 6 centímetros de longitud en posición estática, con el cuello erguido y orientado a la derecha con unas patas de tendencia lineal sin apenas tratamiento anatómico y unas astas en perspectiva torcida y ramificación poco ortodoxa. En el mismo espacio del abrigo, aunque no relacionadas entre sí, aparece una pequeña figura de bóvido o de cérvido de buenas proporciones y en actitud dinámica orientada a la izquierda en el que se reconoce un mejor tratamiento en las patas y en la cabeza donde se aprecian dos incipientes cuernos o bien las orejas.

Junto a estas representaciones animales aparecen el prótomo de un cáprido orientado a la derecha con dos cuernos curvos hacia atrás y paralelos entre sí, y otra figuración de cáprido, alejado de la anterior, pero mejor conservado e igualmente orientado a la derecha. Se trata de una figura de la que se conserva el tercio delantero del animal con el arranque de las patas delanteras extendidas hacia delante denotando la actitud dinámica de la figura, tal vez a la carrera. El cuerpo, bastante grueso, sustenta un cuello corto y masivo en el que se puede reconocer la cabeza de morfología triangular de la que surgen dos largos cuernos ligeramente combados.

Una de las representaciones más destacables del conjunto es la de una pequeña figura humana situada en la zona izquierda del panel decorado, y que responde a un patrón estilizado. Las piernas aparecen largas y con cierto tratamiento anatómico, destacando las pantorrillas y los pies. Fueron representadas flexionadas, elemento que, junto a la disposición inclinada del cuerpo, sugiera la caída del antropomorfo. El cuerpo adquiere una forma triangular invertida, con un progresivo estrechamiento hacia la cintura, si bien la mayor parte del desarrollo del tronco se resolvió con un fino trazo lineal. Los brazos, parcialmente conservados, se observan uno a cada lado del cuerpo sin que se detecte el transporte de elemento alguno. La cabeza se define por su forma globular, aunque se ha destacado la posibilidad de que lleve algún tipo de tocado.

A unos 50 metros al oeste del conjunto definido se encuentra el denominado covacho de La Raja E, en el que tan sólo se constata un único trazo vertical anaranjado y de pequeñas dimensiones.