LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

ABRIGO ROCA DELS MOROS

La Roca de los Moros, en el barranco del Calapatā, cerca de Cretas (Matarraña), es un yacimiento del Arte rupestre del arco mediterráneo de la península ibérica. Se trata de una pared con diferentes motivos. Los más notables son tres ciervos pintados con un tratamiento delicado e incluso naturalista, detalles como las orejas, pezuñas y grandes cornamentas, y en diferentes actitudes: dos de los ciervos aparecen corriendo, uno hacia la derecha y otro hacia la izquierda, y un tercero está recostado. Además hay tres figuras antropomorfas, entre las que se identifican dos arqueros. La conservación parcial de las pinturas no permite confirmar si se trata de una escena de caza o si los elementos no están relacionados. Además, la diversidad de formas hace pensar que las diferentes figuras pueden haber sido hechas en momentos muy distintos. Había un pequeño toro de color rojo claro y con menos detalle y unas figuras humanas. Actualmente se conservan las dos figuras humanas estilizadas, la parte trasera de un ciervo, un arquero levantino en estilo lineal y color rojo oscuro avanzando hacia un cuadrúpedo que podría ser un caballo o un ciervo carente de cabeza, todo en una escena de caza.

El arquero, que lleva un arco a la altura de la cintura, es de estilo lineal y fue realizado en color rojo oscuro. Está representado en actitud de avance hacia un cuadrúpedo que se podría interpretar como una figura de cérvido o équido, al que le falta la cabeza.

El segundo panel apareció en una revisión y limpieza realizada en los años 80. Fueron vendidos en 1918 al Museo Arqueológico de Cataluña, donde se pueden ver tres fragmentos con los ciervos, mientras hay un bóvido que no se muestra.

La Roca de los Moros tiene una importancia singular en el estudio del arte rupestre del arco mediterráneo porque fue el primer yacimiento que se descubrió. En 1903, el arqueólogo de Calaceite Juan Cabré, descubre en el barranco del Calapatá las figuras de tres majestuosos ciervos pintados, un toro, un caballo y una cabra, sobre la llamada Roca de los Moros. Dada la juventud de Cabré en aquel momento y, sobre todo, la novedad que suponía la aparición de motivos figurativos al aire libre, el hallazgo no se hizo público hasta 1907, por Santiago Vidiella a través de un breve artículo. Este descubrimiento atrae a Henri Breuil, uno de los más eminentes arqueólogos europeos del momento, que en colaboración con Cabré estudia las pinturas y descubre nuevas figuras más complejas y variadas en el barranco dels Gascons, muy cerca de la Roca dels Moros.

Estos hallazgos significarían el principio del estudio del hoy llamado Arte rupestre levantino (10.000-6.500 años antes del presente).