LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

ABRIGO DEL POZO

Los Abrigos del Pozo son comúnmente conocidos como Cueva de los monigotes, nombre que le dieron los antiguos pastores debido a los dibujos representados en las paredes de la cueva. Los Abrigos del Pozo fueron ocupados en el Epipaleolítico, hace 8.000 años, donde se cree que se realizaban actividades básicas para la supervivencia como la caza, la pesca, la recolección o la talla de instrumentos de sílex. La ocupación humana de la zona continuó en el Neolítico. De esta etapa prehistórica es el arte rupestre que se encuentra en las paredes del lugar y los restos materiales que se han encontrado.

Se encuentran situados en el paraje del Cañón de Almadenes, en la zona de Calasparra, alojando en su interior manifestaciones pictóricas de estilo esquemático datadas hacia el 4.300 a.C. representan figuras humanas, animales y objetos cargados de simbolismos. Aparecen miembros inferiores, hombres con brazos en asa, cuadrúpedos, trazos verticales y puntos. Todas ellas pertenecen a la etapa que va del Paleolítico hasta la Romanización. Al pie de las pinturas se han realizado excavaciones arqueológicas que han documentado la presencia humana en el lugar durante al menos diez mil años.

Fue descubierto oficialmente en 1978, aunque era conocido por los pastores de la zona. Comprende dos abrigos continuos con pinturas rupestres. El recinto queda limitado topográficamente por un alto escalón perpendicular al río y por un suave meandro que describe el rio Segura a su paso por el lugar.

Todas las pinturas esquemáticas del grupo El Pozo se distribuyen en tres zonas adyacentes:
El panel I se localiza en un abrigo poco profundo, casi vertical y muy expuesto a la erosión, por lo que apenas quedan restos de pinturas y éstas son difíciles de diferenciar entre las manchas de óxido de hierro que aforan en el soporte calizo. Están a 1,5 m. sobre el suelo.

El abrigo grande contiene los paneles II al V con una equidistancia de unos 9 m. Este espacio de silueta arqueada en planta tiene unas dimensiones aproximadas de 30 m. de longitud y 9 m. de anchura mayor. Las pinturas se encuentran próximas al suelo a consecuencia del depósito fluvial que, en algunos casos, ha llegado a afectar a las del panel II.

A continuación del abrigo grande hay una pequeña covacha. El acceso resulta difícil por la proximidad del río a las rocas, donde forman escarpes. En las ennegrecidas paredes de la cueva se advierten algunas esquematizaciones pictóricas. Consisten en cuatro figuraciones a escasos centímetros del suelo. El color de éstas se sitúa dentro del rojo oscuro. Las pinturas representan tórax y miembros inferiores, hombres con brazos en asa, azadas, cuadrúpedos, barras (figuras humanas esquematizadas), trazos verticales unidos a otros horizontales y puntos. El soporte pétreo está muy erosionado y presenta una superficie suavizada por la formación de una potente neocalcita, originada por las periódicas inundaciones del río, que ha cubierto también a las pinturas. El color de éstas se sitúa dentro del rojo oscuro.