El abrigo del Llano se encuentra en el término municipal de Rillo de Gallo, comarca de Molina de Aragón. El abrigo mide 10 m. de longitud por 1,70 m. de profundidad mayor, en una zona con altura máxima de 2,80 m. La conservación del abrigo y su pared es mala y la prospección del abrigo y de su entorno próximo sólo ha dado como resultado el descubrimiento de restos de pintura muy fragmentarios, que nunca llegan a formar una unidad comprensible. Las pinturas han sido denominadas Rillo I y Rillo II. El grupo de pinturas Rillo II se designa a las que se encuentran en el camino del Vivero.
En la zona central del abrigo y visibles desde una cierta distancia, aparecen las figuras pintadas, once en total y diversas en su aspecto y constitución, aunque con una aparente organización, al menos en lo que se refiere a la época estilísticamente más antigua. Cinco son las figuras más destacables de este conjunto todas ellas asignables a un ambiente artístico del ciclo llamado levantino, denominación que aunque pueda parecer distante de la provincia de Guadalajara, no lo es tanto si recordamos Albarracín o los ambientes interiores del citado ciclo. La primera de ellas es un resto pintado de algo que debió ser mayor y podría ser resto de un tocado femenino, lo que no desentonaría especialmente con una figura, perfil femenino con toda probabilidad, por el resalte de sus formas. El resto de las figuras del abrigo son fragmentos de pintura difíciles de interpretar, claramente pertenecientes al ciclo esquemático.
Las figuras se sitúan en una banda desde más o menos el metro de altura hasta los dos metros, con una serie conservada de nueve formas sobre el frontal central y dos en la zona lateral derecha, en el mismo plano o en otro perpendicular que forma la terminación del abrigo, y mira al noroeste. ✱ Figura 1. Desde la izquierda lo primero que se observa es un probable fragmento de figura, de la que se conserva una parte superior cerrada, compuesta por dos sectores de círculo encadenados, en una forma próxima a la ojiva, inclinada hacia la derecha. Mide 20 cm. de altura por 14 de anchura, y está pintada en un color rojo vinoso, bien delimitado en los bordes que se conservan y homogéneo en su tinta. ✱ Figura 2. Se trata de una de las centrales en el conjunto, y representa un antropomorfo con ancha cintura y tronco bilobulado. Su apariencia es de figura femenina de perfil, con los pechos y la cabeza resaltados, supuesto que podría confirmarse por la carencia de sexo masculino, aunque esa parte se encuentra muy deteriorada. La zona correspondiente a las extremidades inferiores ha desaparecido, haciendo imposible el reconocimiento de las mismas. Mide 50 cm. de altura por 25 de ancho máximo. ✱ Figura 3. Bajo el antropomorfo nº 2 hay una mancha de color, poco definible, pero que hemos interpretado como un forma semicircular doble, con sendas protuberancias verticales en la cúspide, y las zonas abiertas de los semicírculos hacia abajo. Más bien parece el resto de una figura de mayor entidad, que una exenta realizada ex profeso. ✱ Figura 4. En esta zona y en vertical, se presentan tres figuras, que describiremos de arriba abajo. La primera de ellas es un signo cruciforme, en la misma tonalidad de rojo vinoso habitual, cruz latina cuyo eje vertical mide 10 cm. por 8 cm. el horizontal. ✱ Figura 5. Se agrupan dentro de este número dos manchas que se encuentran situadas entre la 3 y 5, con sus contornos perdidos. Formas compatibles, al menos por su indefinición, se encuentran bajo la figura 1, alrededor de las 5 y en otros sitios. ✱ Figura 6. Bóvido rojo vinoso mirando hacia la izquierda y realizado con relleno interior desigual, bien a causa de la conservación de la pintura o porque posee un a modo de modelado interior destacable fundamentalmente en la zona de cuartos traseros. Posee cabeza, cuernos en perspectiva torcida, línea pectoral y zona de la cruz elevada, creando un espacio de gran tamaño en toda la zona delantera, desproporcionada si se desea con respecto a las patas traseras, más gráciles y cortas. Las patas de delante han desaparecido, así como parte del contorno corporal, que sin embargo se advierte en su práctica totalidad por lo que respecta a la línea cérvico-dorsal. Mide 60 cm. de longitud total, cabeza-cuartos traseros. ✱ Figura 7. Línea de color rojo vinoso, ligeramente interrumpida pero bien delimitada a lo largo de sus 90 cm. de longitud. Es el resto aparente de un contorno, cuya forma general recuerda de cerca una curva cérvico-dorsal de gran cuadrúpedo, posible toro, quizás perteneciente a la mayor figura del panel. ✱ Figura 8. Se trata de un posible antropomorfo en rojo más desvaído que las formas anteriores, del que se conservarían cabeza, tronco y pierna izquierda extendida como en posición de carrera, sugiriendo el cuerpo de un arquero o similar. Mide 25 cm. por 12 cm. en la parte conservada. ✱ Figura 9. Mancha de color ojo desvaído, como la figura anterior, en una forma residual y mal definible, con aspecto aproximado de esteliforme o remolino. Tendría una anchura máxima de unos 28 cm. ✱ Figura 10. En trazo pintado de contorno color rojo claro, y fuera ya de la zona principal del panel, hacia el lado derecho, aparece una figura de cuerpo fusiforme, cabeza y cornamenta destacadas, así como el comienzo de las extremidades delanteras y traseras. Es más esquemática que las anteriores, pero parece corresponder a un cáprido alargado, a juzgar por la cornamenta y el aspecto general. Su línea de contorno es relativamente ancha y mide 29 cm. de longitud. ✱ Figura 11. En el lado extremo derecho del abrigo, en una pared que forma ángulo con la principal y se orienta hacia el noroeste, puede verse otro resto pictórico, a una distancia aproximada de 1,30 m. de la figura 9. Es un resto muy perdido y esquemático, que recuerda la forma de un antropomorfo ancoriforme con doble extremidad inferior y posible resalte de la zona capital y extremidades superiores. Su color es rojo claro, y mide 7 x 7 cm.
Junto al abrigo y al norte del mismo existen más abrigos con niveles arqueológicos. Allí parecen existir los mejores restos materiales de un conjunto poblacional neolítico-calcolítico, de donde procederían los materiales que aparecen al pie del primero: escorias metalúrgicas y fragmentos de cristales con restos de una aleación de cobre y estaño (bronce en sentido propio) qué podría ser la más antigua de las detectadas en la Península Ibérica. La valoración inclina a entender el yacimiento de Rillo de Gallo, como un hábitat calcolítico con producción metalúrgica. |