Se trata de una cornisa de roca caliza, que protege un abrigo de 23 metros de pared, decorado en parte con pinturas rupestres y recayente al margen derecho del Río Grande y a mitad de ladera. El abrigo se abre enfrente de la Loma del Lobo —donde se localiza el abrigo de Voro— a una cota de 472 msnm y orientado al oeste-suroeste. Fue descubierto en 1972.

Con 7.000 años de antigüedad, hasta nuestros días han llegado más de 30 figuras repartidas en 5 paneles. Entre éstas destacan figuras femeninas de grandes dimensiones, figuras de arqueros y figuras animales de cabras salvajes y ciervos. Todas ellas se inscriben dentro del Arte Rupestre Levantino y conforman escenas de temática diversa.