Profunda garganta abierta en la caliza por la que discurren la carretera que desde Peñamiel lleva hasta La Foz y Riosa, y el río del mismo nombre.
En él se encuentra la cueva del Molín, donde fueron grabadas las figuras de tres ciervas y un caballo. La posición estratégica del abrigo rocoso, en uno de los tramos más angostos del desfiladero, justifica la existencia de un yacimiento arqueológico debido a cazadores de época magdaleniense. br>Estas piezas, pertenecientes al Paleolítico Superior, están formadas por grabados apriétales, piezas de arte mueble que incluyen una sorprendente cabeza humana esculpida sobre un canto de cuarcita y, un conjunto lítico magdaleniense. |