LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

ABRIGO COVETES DEL PUNTAL

Se trata de 4 pequeños abrigos con una longitud total de 23 metros pero de escasa visera. Contienen importantes pinturas rupestres del Arte Esquemático Levantino. En uno de los abrigos de Les Covetes del Puntal encontramos la figura de la conocida Venus de la Valltorta, figura muy curiosa por su escasez formal: mujer en cuclillas a punto de dar a luz, y en la otra, la pintura del cadáver de un hombre en postura fetal. Ambos símbolos son propios de culturas pertenecientes al Paleolítico superior y Neolítico.

Inicialmente, la figura de la "Venus" (5200 a.C.) ha sido tratada como una imagen singular que tendría unas similitudes con otras figuras del arte paleolítico. Sus analogías se adscriben a dos Venus magdalenienses del bajorrelieve de La Madaleine (Tarn, Francia), y también resulta muy similar a la figura femenina grabada de Le Gabillou (Mussidan, Dordoña). La figura de Covetes del Puntal se encuentra ubicada en una pequeña concavidad de la roca; se presenta en postura sedente, con las piernas encogidas ligeramente pero a la vez abiertas; se sujeta la nuca con las manos y aparentemente desnuda, y tan solo se reconocen unos trazos ondulados sobre los muslos que pudieran interpretarse como una falda alzada sobre éstos o bien como un trazado con significado simbólico, que sugiere el agua. Tanto la postura de la Venus de Covetes del Puntal como la Venus de La Madeleine, que, casi idénticas, nos sugieren que ambas mujeres se encontraban en un trance de dar a luz y no precisamente adoptando una postura erótico-estética. En efecto, si consideramos que sus piernas están dobladas o encogidas, y cuyas piernas a un mismo tiempo están abiertas y apoyadas con fuerza sobre los talones, a la vez que sus brazos alzados presionan aguantándose la nuca con sus manos, no cabe duda que esta postura es adecuada para el alumbramiento.

Observando con atención el lienzo del panel rocoso, se advierte que por debajo de sus piernas abiertas existe una pequeña protuberancia natural de la roca de forma oval que sugiere el feto humano. Esta forma ovalada, además, tiene el aspecto de haberse roto en su superficie, como si estuviera abierta. No cabe duda de que se situó la figura sobre esta protuberancia para dar más realidad al parto. Se trata pues de una escena singular, infrecuente en el arte levantino, como en el propio arte paleolítico.

Pero aún existe otro detalle interesante que nunca se ha mencionado. Por detrás de esta mujer existe otra, con la misma postura.