Desde el principio de la humanidad, Letur ha sido elegido como lugar preferente de asentamiento. Primero por los cazadores-recolectores del Paleolítico, que dejaron en los abrigos de este municipio sus expresiones artísticas, de tipo figurativo. Y más tarde, por los primeros pobladores del neolítico, cuyo arte esquemático también quedó representado en sus paredes rocosas.
En torno al núcleo de Sorbas encontramos varias localizaciones de arte rupestre, con ocho cavidades en la roca, en forma de abrigos o covachas. Son el Cortijo de Sorbas I y II, el Barranco Segovia y el Cerro Barbatón. En todas ellas se distribuyen alrededor de 40 figuras de variados estilos y formas, destacando una mujer de 65 cm. de altura, portando un cesto del que sale un individuo, o los dos soles representados por círculos radiados. En concreto, concentrados en torno al llamado Cerro Barbatón, a unos 25 km al este de Letur, los yacimientos documentados son los siguientes: ✱ Abrigo de Sorbas I.- El panel pintado, que ocupa una superficie de más de 2 m, está integrado por cuarenta representaciones de estilo levantino. El dominio absoluto lo ostenta la figura humana, sobre todo de arqueros. En la parte izquierda del friso encontramos mujeres provistas de una falda de aspecto globular, y una típica escena de caza en la que un arquero dispara sus flechas contra dos cuadrúpedos que se dirigen hacia él. ✱ Abrigo de Sorbas II.- El panel está dominado por una gran representación levantina de ciervo que, conservada únicamente en su mitad anterior, llega a superar los 40 cm de longitud. En una etapa posterior, se agregan un grupo de arqueros de pequeño tamaño. ✱ Abrigo de Sorbas III.-Sobresale la figura de un individuo, de buena factura, que sujeta en la mano un objeto que asemeja un bumerán, y la imagen de una cabra hispánica, de correctas proporciones anatómicas. Ambos parecen definir una escena de caza. |