LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

ABRIGO DE LA COCINILLA DEL OBISPO

El abrigo de la Cocinilla del Obispo se ubica dentro del paraje de los Pinares de Rodeno, en el término municipal de Albarracín, Teruel. Es una zona de pinares con numerosos afloramientos rocosos, que permiten la existencia de innumerables abrigos y cavidades rocosas en la zona.

En el año 1892 Eduardo Marconell publicó en la revista Miscelánea Turolense un artículo referido a la existencia de pinturas rupestres en el término de Albarracín, entre las que se encontraban los toros del Prado del Navazo y las pinturas del abrigo rocoso conocido popularmente como la Cocinilla del Obispo. Este artículo es la mención escrita más antigua referida a lo que sería conocido más tarde como Arte Levantino Español.

Es uno de los abrigos más sobresalientes de Albarracín. Las figuras aparecen representadas en un gran panel de 5,7 metros de longitud, por 2,4-1,35 metros de altura. Las representaciones se distribuyen en tres zonas:
∗ En el extremo izquierdo del panel aparecen cinco toros de gran tamaño, cuatro de los cuales son anaranjados y uno de color negro; así como un caballo negro. Sobre la panza de uno de los toros se ha realizado un signo rectangular compartimentado en tres, de color negro.
∗ En el centro del panel aparece un toro aislado, en posición rampante y de color pardo-rojizo. Este toro está repintado sobre un toro de color blanco anterior, que apenas es visible.
∗ En el extremo derecho son perceptibles dos figuras de toros, una de color anaranjado en el plano superior y otra de color blanco en el inferior, que está parcialmente superpuesto al anterior. También en este lado del panel se aprecia una manchita de pintura. El bóvido anaranjado del extremo derecho del abrigo está representado a la carrera y mide 35,5 cm de altura por 69 cm de anchura. Es la figura más llamativa del conjunto pictórico.

Las figuras están realizadas en tintas planas, apareciendo tres de las figuras contorneadas por una fina línea de grabado.

Las pinturas de La Cocinilla del Obispo se han datado en el Neolítico Antiguo (aprox. 5000-4000 a.C.). Se cree que fueron realizadas en cuatro fases diferentes, debido a la superposición de las pinturas y a cuestiones de índole cromática; aunque probablemente en tres de estas fases discurrió un breve periodo de tiempo.