LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

ABRIGOS CINGLE DE LA MOLA REMIGIA

Está situado sobre el margen derecho del barranco de la Gasulla, a unos 900 metros sobre el nivel del mar. A escasos cincuenta metros de allí se encuentra la Cueva Remigia, otra estación rupestre de gran interés. Los abrigos fueron descubiertos en el año 1934. Los estudios actuales reflejan un amplio número de figuras, alrededor de 1300. Se han identificado tanto figuras aisladas como diferentes escenas entre las que podemos señalar la cacería de jabalíes, además de otras escenas de caza y rastreo de animales. También se documentan escenas de más difícil interpretación como serían la ejecución de personas por parte de un grupo de individuos. Está formado por la sucesión de 10 abrigos. Su recorrido empieza por el panel X, ya que la puerta de acceso se sitúa en el último friso, según la numeración empleada habitualmente para ordenar los paneles pintados.

En el Cingle, la temática cazadora no es tan predominante, aunque ocupa un lugar substancial. No obstante, en estos frisos se han consignado numerosas composiciones faunísticas, grupos de arqueros o guerreros y algunos toros de gran tamaño, algunos muy deteriorados.

∗ El abrigo I presenta imágenes de dos cápridos, un arquero más esquematizante y un trazado cruciforme que ha sido interpretado como un antropoformo esquemático.

∗ El abrigo II es el de mayores dimensiones: 7 metros de anchura por 3 metros de profundidad de visera. Muestra unas figuras deterioradas; se observan trazos lineales entre los cuales se muestra una figura humana junto al perfil de un cuadrúpedo, a lo largo de esta oquedad se advierte el cuerpo, cuartos traseros y cornamenta de un cáprido, y cerca se encuentran una serie de trazos y pinceladas.

∗ El abrigo III se localiza a 9 metros de distancia del número II. Se encuentra sumamente afectado por las concreciones calcáreas; presenta una figura de arquero con tocado, frente a dos figuras humanas esquematizantes de menor tamaño, que están separadas por unos trazos cortos de una tercera figura; a menos de un metro de distancia se observa una escenificación cinegética integrada por un pequeño arquero con tocado de cuernos y en actitud de disparar una flecha, apoya una pierna flexionada en un plano superior; a la derecha probablemente existió otra figura humana hoy perdida; a un metro de distancia se distingue un ciervo joven herido por flechas; y a medio metro dos arqueros se dirigen lentamente hacia el ciervo agonizante.

∗ El Abrigo IV presenta una grandes dimensiones, con una longitud de 13 metros por 2 metros de altura; todas las figuras se encuentran situadas en la franja superior del panel: apenas se distinguen entre una manchas de pigmento dos figuras humanas, una parece coger un instrumento en su mano; las figuras más características de este abrigo pertenecen a humanos con las piernas y brazos extremadamente abiertos, que producen una sensación de carrera al vuelo; también existen otras figuras: una de un animal acéfalo, un humano con cabeza esférica que posiblemente pertenece a una mujer, así como una figura trepando por una liana o rama con tocado de plumas; es muy curioso el trazado de más un metro de longitud constituido por huellas de pezuñas de un animal probablemente herido que ha dejado el rastro de sangre en sus pisadas; existen otras figuras humanas y la imagen de un gran toro que resulta la imagen más relevante de este abrigo; otro conjunto de figuras están constituidas por un arquero más esquematizante, unas manchas circulares, un diminuto arquero con estuche fálico y una mancha circular con siete apéndices, llamada "araña" y, por encima de ella, una doble hilera de pequeños signos cruzados, interpretados como abejas; por debajo de éstas hay otro arquero pequeño que sujeta el arco; cerca de éste, otra representación circular de tipo araña, en cuya parte central parecen internarse una formación de seis abejas, mientras otras siete sobrevuelan formando un arco; a continuación, se pintó a un arquero, del cual sólo se conservan el tronco, la cabeza y uno de los brazos, que sostiene el arco; no lejos se advierte otro diminuto signo cruciforme, de tipo abeja, que probablemente aún formaría parte de la escena del panal. Y de nuevo otro arquero, andando hacia la izquierda con su arco, en color carmín, apenas visible; por debajo, entre unas anfractuosidades del panel, se observan un arco y unas flechas que parecen relacionados con una figura humana sentada; más abajo se encuentra la parte superior del cuerpo de un bóvido, con una cornamenta en perspectiva torcida, conformando una media luna que pudo haber sido repintada, ya que se advierten dos tipos de coloración: una violeta y otra carmesí. En la parte inferior de las patas del animal se adivina un signo del tipo araña; más adelante se muestra un haz de unos seis trazos lineales, quizá flechas; a la derecha, se observa una larga ristra de huellas de pezuñas de ungulado dispuestas en sentido vertical; a unos 60 centímetros destaca un jabalí corriendo hacia la izquierda con una flecha hincada en el anca, y a su derecha, una mancha, que por sus características pudiera haber sido otra imagen de jabalí; abajo, un ciervo con grandes cornamentas, que deja bajo sus patas traseras las huellas de sus pisadas probablemente herido, por debajo de éste se advierten los cuartos traseros de otro animal similar, también con un rastro de pisadas bajo las patas; en la base inferior un trazo muy simple cruciforme quizá perteneciera una diminuta figura de arquero muy esquematizante.

∗ El abrigo V tiene una longitud de 3,5 metros de anchura de boca y más de 2 metros de altura. Se percibe la parte posterior de un animal de color rojo granate corriendo hacia la izquierda, con un trazo lineal detrás de él, a corta distancia, que por deducción debería pertenecer a un dardo clavado en sus ancas; debajo, se observa con dificultad otro animal que mira a la derecha; a la izquierda, un trazo grueso ondulado, seguido de la figura esquematizada de un arquero de pequeño tamaño, ejecutado con gruesos trazos, corre hacia la izquierda con las piernas abiertas; siguen unas manchas de pigmento junto a tres cabras y por debajo se encuentra un arquero disparando el arco, de estilo simple y esquematizado; arriba, otro arquero más completo, con la misma actitud que el anterior, y a su lado, en el suelo, tres flechas, un probable carcaj y un elemento que parece un arpón; por detrás, un cuadrúpedo esquemático y debajo de él, unas grandes manchas de pigmento parecen corresponder a la figura, actualmente inexistente, de otro gran animal; a la derecha un diminuto arquero andando hacia la izquierda y un grupo de cinco flechas junto a un recipiente sujeto por un palo; a la derecha se contempla la famosa figura de un brujo o chamán disfrazado de toro, con el vientre abultado y larga cola, portando un gran arco; debajo, una representación humana poco definida adopta una postura encogida, con dos objetos en las manos; en la parte inferior otras manchas atestiguan la existencia de figuras desaparecidas. En la parte superior se percibe una cabra de estilo naturalista, y una figura humana fragmentada.

∗ El abrigo VI tiene una longitud de 4,5 metros de anchura y casi 2 metros de altura. Su techo presenta un ahumado muy intenso, lo que oculta bastante las pinturas. Posiblemente sea debido a una ocupación posterior, posiblemente de la Edad del Bronce. Se observan varias manchas y, posteriormente, un arquero corriendo con el arco y las flechas en una mano que se relaciona con otro arquero cercano de las mismas características; existen, además, unas manchas que corresponderían a dos ciervas muy perdidas; debajo, otra mancha del mismo color de un animal indeterminado; y por encima, la posible figura de un arquero disparando hacia la derecha, del cual sólo se conserva la parte superior. En la parte central se aprecian cuatro pequeños arqueros, uno de ellos dispara contra un animal; debajo, un ciervo junto a una figura humana y más abajo, dos diminutos personajes corriendo de estilo esquemático. En la parte central se muestra una singular escena de desuello o descuartizamiento de una cabra muerta; a su alrededor se aprecian diminutas figuras de arqueros que corren velozmente en dirección al cáprido abatido, con un estilo bastante esquemático; también se conserva la parte superior de otro arquerito de la misma factura; por encima otro animal corriendo, probablemente un cáprido acéfalo y a su lado se observa un rastro de pisadas de ungulado que describen un semicírculo; en la parte central, la figura de otro arquero acéfalo y con una sola pierna, de un estilo pictórico diferente. Siguiendo hacia arriba, se puede contemplar una figura humana vista de frente, que sólo conserva la parte superior de su cuerpo,; más arriba un personaje similar lleva en la mano un palo o lanza; detrás una figurita humana de estilo y color diferente, con una rodilla apoyada en el suelo, y unos adornos sobre la cabeza que parecen tres plumas. En la zona superior se observan unos extraños trazos lineales ondulados, de difícil adscripción; a la izquierda, un trazo que forma horquilla y acabado con dos pequeñísimos trazos finales, como si se tratara de la parte inferior de un cuerpo; más arriba, otro trazado de pequeñas líneas acabadas en un arboriforme; una figura humana de tipo esquemático, con los brazos abiertos, mira a un pequeño animal rampante. En el extremo inferior se advierten seis animales, en su mayoría crápidos, alternados con algunas manchas de pigmentos; debajo, unos minúsculos arqueros, y por arriba un conjunto pintado por un signo de trazado circular con otros trazos cortos radiales e irregulares parecen pertenecer a una pintura posterior.

∗ El Abrigo VII es bastante reducido y aunque contiene pocas figuras, las que existen se relacionan con una escena cinegética de bóvidos, entre éstos destaca un gran toro, rodeado de manchas de pigmento, una de estas manchas ha sido atribuida a un posible jabalí desaparecido.

∗ El Abrigo VIII también reducido, continúa con las representaciones de grandes bóvidos, uno asaeteado junto a un arquero cuyo extraño cuerpo parece de tendencia esquemática; otros figuras humanas que posiblemente pertenecen a arqueros más estilizados no se aprecian bien; destaca la presencia de una cierva o cervato; de todas las figuras la escena más original pertenece a un probable arquero que lleva en brazos a otro, junto a esta escena aparecen más arqueros que miran a un animal del cual sólo se conservan los cuartos traseros; a la derecha se muestran tres cápridos y un arco abandonado, entre ellos se han plasmado una serie de pequeñas figuritas, de las cuales destacamos a dos que parecen de un estilo más esquemático, pintadas mirando al frente.

∗ El abrigo IX se encuentra a unos 4 metros de distancia del abrigo VIII, tiene casi 2 metros de anchura y supera los 1,50 metros de altura; aunque su contenido en pinturas es muy abundante, éstas se encuentran bastante perdidas y destruidas. De entre ellas la más significativa corresponde a una narración de lucha entre dos bandos de arqueros; un grupo de guerreros capitaneado por una falange compuesta por cinco personajes cuyas piernas se entrecruzan. Cada uno de ellos muestra rasgos faciales particulares, cuerpos proporcionados con tronco recto, piernas delgadas y pene. Cabe destacar que el primer personaje que encabeza esta falange va ataviado con un gorro similar al del abrigo anterior, donde aparece herido o muerto. Por debajo de estos desfila un nutrido grupo de arqueros que se superpone a unos cápridos rojizos de una etapa anterior. Los arqueros se suceden por toda esta zona y parecen enfrentarse con otros guerreros que avanzan en sentido contrario.

∗ El abrigo X presenta una longitud de 3,20 metros y una altura de poco más de 1 metro. Al igual que en el anterior, esta oquedad presenta muchas figuras parcialmente perdidas, sólo en su parte superior se conservan dos figuras humanas en posición frontal, a éstas le sigue otra más abajo próxima a un cáprido; también un cérvido al parecer herido deja el rastro de sus pezuñas, a mitad del cual se encuentra un arquero seguido por tres cápridos; otras escenas formadas por dos figuritas humanas corriendo y un cervato en la parte inferior; otro rastro de pezuñas llegan hasta un grupo de arqueros, uno superpuesto a un gran cáprido que se sitúa cerca de otro cuadrúpedo; por debajo hay otro cervato y no lejos un cáprido. Las figuras humanas parecen añadidas posteriormente. En el lateral derecho se encuentra un diminuto cáprido abatido por una flecha, con las patas dobladas junto a un rastro de sangre. Debajo, una serie de figuritas humanas sin arco parecen corresponder a un estilo más esquemático. Se intercalan tres figuras de animales, probablemente todos cápridos: una, mucho más naturalista a la izquierda, con las patas dobladas suavemente que mira hacia la derecha; las dos restantes parecen de estilo más esquemático. Uno de los cápridos se encuentra en postura rampante y exhibe cuatro patas traseras a la vez, probablemente debido a un repintado. Junto a esta última hay pintado un cuadrúpedo, semejante a un lobo o zorro. Más abajo se observa a un caballo con crines visibles, sobre el cual —en apariencia— se superpone una figura humana a modo de jinete, aunque parece deberse a un posición casual.