LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

ABRIGO DE CENTELLES

Este conjunto rupestre se encuentra situado a unos 7 km de la población de Albocàsser, en el barranco de Sant Miquel, y en la vertiente E de la cima de Els Povets (875 m). La cavidad, orientada al E-SE, constituye un importante núcleo, con otros pequeños abrigos que lo circundan, como son el Abric de la Mostela y los Abrics del Barranc d′en Cabrera, actualmente con escasas figuras, muy degradadas por la erosión. Todo el abrigo está cubierto por una gruesa capa de calcita que dificulta la visión de las pictografías.

El lugar fue identificado en 1980. Sus características son: 62 metros de longitud, una altura de unos 9 metros y una profundidad de unos 5 m. El conjunto está constituido por un gran paredón o pared sur, de 43 m de longitud, un abrigo principal de 6 m de longitud y 1,50 m de altura, y un segundo abrigo al norte, de unos 8 m de longitud y 3,50 m de altura. Los paneles pintados se distribuyen por la pared S, el abrigo principal, la visera, y una zona que enlaza, prácticamente, las tres áreas. El último abrigo no presenta pinturas. Las paredes de todo el conjunto se hallan cubiertas de concreciones y coladas estalagmíticas que afectan directamente a las pinturas, dificultando su observación.

En sus frisos, con cerca de 300 elementos pintados, podemos observar una temática muy variada, con un gran número de representaciones humanas, arqueros, cargadores/as, mujeres, niños y personajes particulares, asociados a diversas especies de animales como ciervos, cápridos, bóvidos y algún équido.

En la pared S las figuras se hallan muy desperdigadas, con numerosos restos, junto a algunos arqueros de pequeño tamaño, un cáprido y una figura de caballo. Siguiendo hacia el extremo opuesto del paredón, y justo entre la visera y el abrigo principal, sobresale una de las grandes composiciones que ocupa una franja ancha donde vemos transitar, con gran dinamismo y enérgica marcha, a numerosos arqueros, personajes cargando con grandes fardos, diversos enseres y algún niño. Todos ellos parecen dirigirse hacia la cavidad principal. Esta composición puede interpretarse como un grupo de cazadores que, junto a algunas mujeres, se trasladan con apremio hacia otra área, con sus utensilios. Más de 30 figuras toman parte en esta escena, y todas son de gran tamaño y lucen diferentes tipos de tocados y ornamentos corporales. En la base de esta composición podemos advertir partes de bóvidos y de algún ciervo, pertenecientes a etapas anteriores y posteriores al conjunto de arqueros. Estas figuras humanas, que se entrelazan y superponen intencionadamente, muestran sus cuerpos delgados, proporcionados y estilizados, pero con gruesas pantorrillas. Algunos personajes van adornados con "cintas, plumas o similares" que ostentan en la cabeza o cuelgan de cintura y piernas.

Hacia la derecha, por la cornisa del abrigo principal, se detectan entre las coladas estalagmíticas que caen de lo alto del paredón los restos de algunas figuras humanas, numerosas manchas de pigmento rojo, alguna representación femenina con falda y en posición sedente, y una figura antropomorfa panzona, sin cabeza, y rodeada de otros elementos de difícil interpretación; es evidente que se trata de una escena particular e importante, pero las concreciones que recubren el friso impiden ofrecer una explicación más detallada de la misma.

En el interior del abrigo principal se aprecia que está dividido en dos concavidades en las que se pintaron varias escenas con animales y personajes abigarrados. En la primera destacan tres ciervos, un macho cabrío, y varias figuras humanas de morfología dispar, algunas de ellas con el cuerpo ancho y las piernas delgadas, es decir, una anatomía opuesta al grupo de la zona superior que se traslada con los fardos. En el extremo derecho, y por debajo de los ciervos, se distinguen tres figuras humanas. Entre éstas hay una mujer con falda en posición sedente, que aparece acompañada de un personaje masculino, situado de pie tras ella; ambas figuras muestran un cuerpo estilizado con rasgos figurativos. Frente a las dos se observa un personaje estilizado y de trazo delgado "filiforme" que se inclina con las piernas flexionadas en un acto, aparentemente, de postración o reverencia.

Detrás de la citada e interesante composición se desarrolla una escena de caza, donde varios arqueros persiguen a un ciervo macho de gran cornamenta, que corre herido con varias flechas clavadas. La parte frontal del animal está recubierta por las gruesas coladas estalagmíticas que separan la segunda y última cavidad del abrigo principal y donde se pintaron algunas figuras, actualmente poco perceptibles. En el interior se desarrolla otra extraordinaria composición, con un gran animal, algunos arqueros, varios personajes de características especiales y otros cargando fardos. Entre las imágenes hay siete representaciones femeninas, una de las cuales, situada en la parte superior, carga una bolsa, vestida con calzones en lugar de la ropa habitual; otras tres, estas sí, ataviadas con falda y en posición sedente, se ubican sobre la línea dorsal del gran animal. Destaca la que está de pie reclinada hacia delante que se asocia a un personaje particular fálico (con el pene flácido) que yace inerte en el suelo, quizás muerto, y que envuelve con sus piernas, rectas sin musculatura, las piernas de la mujer. Finalmente, la fémina del extremo izquierdo inferior parece presidir una escena donde participa un personaje que carga una bolsa, en actitud flexionada frente a ella, y otros motivos pictóricos dispuestos a su alrededor.

Entre los colores empleados en la ejecución de estos frisos despunta la gama del rojo-castaño, con escasas figuras en negro, y algunas con detalles pintados en color blanco lechoso, en particular, algún perfil, puntos en el cuerpo y faldas, y adornos, o trazos en el tronco.