LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

ABRIGOS DEL BUEN AIRE

El abrigo del Buen Aire se localiza en la Sierra de la Cingla, a unos 800 metros sobre el nivel del mar, concretamente en el monte de Peñarubia, en cuyas faldas se encuentra el Barranco que da nombre al yacimiento. El enclave está situado en un lugar estratégico, elevado, dominando un gran espacio por el cual discurría una de las más importantes vías de comunicación, que ya desde la Prehistoria unía el litoral de las actuales provincias de Alicante y Murcia con la meseta a través de la comarca del altiplano.

Las representaciones pictóricas halladas en este y otros abrigos jumillanos pertenecen a dos estilos diferentes: por un lado al Arte levantino (6000-3000 a.C.), que usando el color rojo, representa tanto figuras humanas, generalmente masculinas en escenas de caza, bélicas o de danza, como de animales, casi siempre bóvidos, cápridos y cérvidos. Por otro, el arte esquemático (5000-2000 a.C.), también usualmente materializado en pintura roja, representando con trazos gruesos figuras humanas y de animales en un estilo que roza prácticamente la abstracción.

Son cuatro los abrigos que componen el conjunto, de los cuales únicamente dos conservan pinturas rupestres.

El Abrigo I, conserva representaciones del Arte Naturalista Levantino y del Arte Esquemático, con un total de 34 figuras. En las pertenecientes al Arte Levantino se encuentran cuadrúpedos, dos toros, dos cabras, équidos y posibles representaciones de arquero; mientras que las encuadrables en el arte esquemático, parecen representar figuras humanas y dientes de león, triángulos invertidos que también se han documentado en Jumilla, en la Cueva de los Tiestos, aunque representados sobre cerámicas.

El Abrigo II, con representaciones del Arte Esquemático, tieme dos bandas de líneas quebradas separadas por una recta en sentido horizontal, junto con motivos geométricos en rojo y negro y posibles representaciones humanas. No hay cultura material asociada a este yacimiento ya que el abrigo ha sido refugio natural durante miles de años, estando hoy en día a la vista la roca en todo el suelo del abrigo.